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San Juan (EFE).- Alicia Fariñas, hija del disidente cubano Guillermo Fariñas, reaccionó ayer "muy contenta" tras recibir la noticia de que su padre acabó la huelga de hambre y de sed que llevaba desde hace 54 días.
"Estoy bien, bien contenta. Yo no me lo podía creer", dijo a Efe Alicia, quien se encuentra en San Juan (Puerto Rico) realizando estudios universitarios.
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La joven de 21 años explicó que primero recibió una llamada de su mamá y luego de su abuela, para anunciarle la decisión de su padre aunque, por el momento, desconoce los motivos por los cuales el opositor optó por ponerle fin a su protesta.
"Me dijeron que está muy débil y que no podía hablar", explicó Alicia, quien detalló que su padre "tiene muy baja la hemoglobina".
La estudiante universitaria, que cursa estudios en sistemas de justicia en la Universidad del Sagrado Corazón, expresó que prevé que su familia lleve a su papá al hospital para recibir tratamiento.
El viernes pasado Alicia convocó a la comunidad internacional a unirse en una campaña social en apoyo a su padre.
En aquel entonces instó desde San Juan a los usuarios de todo el mundo que se unieran al "llamado humanitario" con los hashtags #SOSMundialXFariñas, #TodosSomosFarinas, #juntoacoco, #YoApoyoTusDemandas y #RaulRespondeYa.
Fariñas, residente en Santa Clara (centro de Cuba), cumplía una huelga de hambre y sed desde hace 54 días para exigir al Gobierno de Raúl Castro que cese la represión y se abra a un diálogo con la oposición.
Esta era la vigésimo quinta huelga de hambre de Fariñas, de 54 años y que en 2010 recibió el premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo por la defensa de los derechos humanos.
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