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Una oportunidad única para conocer la impronta creativa de uno de los más notables creadores europeos del arte barroco representa la exposición de grabados que exhibe el Museo Nacional de Bellas Artes, en La Habana.
Organizada con el concurso de la Consejería Cultural de la ciudad belga de Amberes, en la cual estuvo trabajando Rubens y sus aprendices, en un taller de larga vida, la muestra seleccionó trece grabados de este taller en Amberes, y unos diez de ellos fueron firmados por Rubens, considerado uno de los referentes indispensables de la escuela flamenca.
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Rubens y Amberes en blanco y negro se titula esta muestra que incluye retratos, paisajes, escenas mitológicas y religiosas, por solo mencionar los temas más frecuentes en una obra extensísima de uno de los pintores más prolíficos del arte occidental en el momento barroco.
Rubens en persona supervisó la realización de las reproducciones sobre su obra, pues se preocupaba mucho por la trascendencia de su espíritu creativo, y quería llevar a la técnica del grabado la riqueza de texturas y movimientos que gobierna su pintura.
El principal objetivo de esta exposición es dar a conocer en Cuba algunos de los magníficos grabados flamencos del siglo XVII realizados por Rubens y sus colaboradores. El célebre supervisó totalmente la labor de un grupo de los mejores grabadores de la época, Galle, Vorsterman, Bolswert y Pontius, entre otros, para que reprodujeran sus pinturas, cuyas estampas el mismo se encargó de publicar. Posteriormente otros grandes grabadores siguieron reproduciendo muchas de sus composiciones.
Otro aspecto importante del grabado flamenco de la época fue la fuerza que tomaron dos géneros artísticos que habían empezado a crearse de manera independiente en el siglo XVI: el paisaje y las escenas de costumbres o escenas de género, que en el XVII se desarrollan enormemente. Los paisajes los crean artistas de gran calidad y los reproducen artistas grabadores, y entre pintura y grabados se muestra el entorno en que desarrollaba la vida de los belgas en el siglo XVII.
La muestra de grabados y la presentación del catálogo de pintura flamenca y belga en el Museo Nacional de Bellas Artes inicia además una nueva etapa de colaboración entre la institución cubana y la Asociación de Museos de Amberes en la cual se agrupa el Museo Real de Bellas Artes de Amberes, responsable de una notable colección de piezas del maestro flamenco.
Hasta el 2 de octubre próximo, la exposición ocupará una de las sala del Edificio de Arte Universal, que también atesora una obra pictórica producida en su taller en la que participan sus discípulos y él hace una parte del trabajo.
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