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Miami (EE.UU.), 20 sep (EFE).- Los vuelos regulares de Estados Unidos a Cuba no comenzaron con buen paso. Al menos no del todo.
A la reciente "ley" impulsada por el Congresista Marco Rubió para frenar los vuelos a Cuba, a la aún ausente respuesta por parte del gobierno cubano de autorizar los viajes de alguaciles federales a bordo de estas naves, se unió, en fatídico maridaje un asunto que ha desatado la furia del exilio cubano. Y con justicia.
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American Airlines, Delta, Jetblue, y todas las demás líneas aéreas recientemente aprobadas para viajar a Cuba, se encuentran "haciendo malabares" para mover sus tripulaciones en los viajes a la isla, ya que el gobierno cubano no deja "bajar a tierra", a los miembros de estas tripulaciones si, son nacidos en Cuba después del 1970 y no tienen el pasaporte cubano debidamente actualizado.
¿Cómo es posible que se les exija por parte de Cuba, pagar 400 y hasta 500 dólares por un documento; renovarlo cada 2 años por un precio superior a los 100 dólares, si no tienen intenciones de viajar para hacer turismo a la isla?
Tal absurdo intentó, sino resolverlo, al menos protestar contra él, una representación del exilio cubano hoy en Miami. Miembros del exilio denunciaron que los cubanos que viajan como tripulación en los nuevos vuelos comerciales entre EE.UU. y Cuba son víctimas de discriminación, ya que deben contar con un pasaporte de la isla si deben pernoctar allí para descansar entre trayectos.
Según Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, las aerolíneas no están incluyendo tripulación de origen cubano en sus vuelos a la isla para evitar el requisito del pasaporte que rige para los nativos que salieron de Cuba después de 1970.
Sánchez dijo a Efe que su organización está a favor de los vuelos comerciales a la isla, porque han reducido los costos en los pasajes, pero que el Gobierno de la isla busca obtener "provecho" cobrando entre 400 y 500 dólares por pasaportes a aquellos cubanos que son miembros de tripulaciones aéreas.
"El Gobierno de Cuba sigue haciendo su guerra fría al pueblo de Cuba", criticó Sánchez, a la vez que expresó que el Gobierno cubano "utiliza" el pasaporte para "impedir la entrada de opositores".
Sánchez manifestó que pidió a las aerolíneas "desvincularse de las normas migratorias de Cuba" y "abogar" ante ese Gobierno para que cambie su "arcaica política".
El activistas del exilio señaló que tramita una reunión con directivos de American Airlines, la compañía, dijo, en la que se presentó el primer caso de "discriminación" por ese motivo.
Aseguró que preparan protestas y caravanas para el fin de semana en Miami (Florida), pero que estas manifestaciones dependen de las conversaciones con la aerolínea.
Por su parte, la empresa American Airlines indicó que se rige por las leyes y reglamentos en todos los países y territorios en los que opera.
Martha Pantin, portavoz de la aerolínea, precisó a Efe que en el caso de ellos solo uno de los ocho vuelos de American Arlines a la isla necesita que su tripulación descanse por una noche allí, mientras los demás regresan el mismo día.
"El Gobierno de Cuba exige a todos los individuos de origen cubano tener un pasaporte cubano válido para entrar en el país", aseguró hoy American Airlines en un comunicado.
"American continúa trabajando diligentemente con las autoridades cubanas para asegurar alojamientos que no imponga requisitos de documentación adicionales sobre nuestros empleados", detalló.
Estados Unidos y Cuba aprobaron este año el reinicio de los vuelos comerciales entre ambos países después de más de cincuenta años de receso obligado, con 110 vuelos entre ambas naciones, 20 de ellos a La Habana.
El primero de ellos, de la compañía JetBlue, se realizó el pasado 31 de agosto entre las ciudades de Fort Lauderdale y Santa Clara.
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