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Los disturbios en la ciudad de Charlotte, como consecuencia de la muerte de un hombre de raza negra a manos de la policía, han dejado a 16 agentes heridos, según la información de 'El País'.
Decenas de civiles también han recibido golpes y heridas de diversa consideración, en un momento en que la tensión racial que se vive en Estados Unidos ha alcanzado su máxima expresión.
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En este caso Keith Lamont Scott, un hombre de 43 años, fue abatido por las autoridades policiales en la zona de aparcamiento de un bloque de apartamentos. Las versiones son contradictorias ya que mientras la Policía aseguró que fue instado a que dejara el arma, la familia de Scott defendió que la víctima estaba leyendo un libro mientras esperaba la llegada de su hijo del colegio.
"El sujeto salió de un vehículo armado y suponía una amenaza de muerte inminente para los agentes, que le ordenaron dejar el arma. Sin embargo volvió a salir del auto una segunda vez armado y fue disparado", explicó el jefe del departamento policial de Charlotte, Kerr Puntney, al citado medio.
La ciudad, perteneciente al estado de Carolina del Norte, vivió en las últimas horas escenas de máxima tensión con la convocatoria de protestas en la calle. Bajo pancartas como "dejad de matarnos" o "sin justicia no hay paz" los manifestantes mostraron su rechazo a las autoridades.
Este suceso se produjo horas más tarde de la muerte de un hombre, también de raza negra, tras ser tiroteado por la policía en Tulsa (Oklahoma) que iba desarmado y con las manos en alto.
Según 'The Washington Post' en lo que va de 2016 un total de 172 personas de color han perdido la vida tras una actuación policial, algo que ha disparado el debate sobre el aumento de episodios de violencia social contra la sociedad afroamericana.
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