Rompiendo el silencio sobre la destitución del Ministro de Cultura de Cuba

¿Por qué destituyeron al Ministro de Cultura de Cuba?

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Este artículo es de hace 8 años

Mucho se ha especulado sobre la destitución súbita del Ministro de Cultura de Cuba, Julián González, y la vuelta al trono de Abel Prieto, asesor de Raúl Castro y “revolucionario” de accionar más ortodoxo. Lo cierto es que el secretismo propio del proceder administrativo en altas esferas del gobierno cubano, más que salvar reputaciones las condena a las conjeturas más pedestres.

Fue el pasado 8 de julio que se dio a conocer a través de una brevísima nota en la prensa nacional sobre el regreso al Ministerio de Cultura (Mincult) del Asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Lo que no se dio a conocer en ese momento, ni nunca, fue el motivo que impulsó la destitución de González, junto con la del viceministro de Economía e Inversiones del Mincult, Julio Ballester.


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Según se lanzaron a teorizar varios medios independientes –al parecer los únicos interesados en obtener y ofrecer a los cubanos una versión completa de los hechos- los posibles motivos de la sanción versaban en torno a historias sobre desfalcos financieros, malversaciones o casos de corrupción. Sin embargo, para varios profesionales de la cultura cercanos a la dirección del Mincult, el despido de estos dos funcionarios tuvo un matiz más político que financiero.

“Creo que (la destitución de González) tiene una connotación política. Buscaron una figura de la vieja escuela, más cerrada y comprometida con el gobierno, como lo es Abel Prieto”, dijo a CiberCuba una fuente que labora de lleno en el Ministerio y solicitó el anonimato por temor a represalias.

Julián era más abierto a las nuevas relaciones con EE.UU, por ejemplo, estaba más dispuesto a fomentar el intercambio cultural con ese país, los conciertos, las filmaciones de películas y videos clips, etc.”, acotó.

Por otra parte, la fuente entrevistada afirma que a estos directivos “se les iba la mano” con las inversiones del Mincult, en su mayoría dedicadas a festivales y proyectos culturales bien intencionados, como el centro cultural Enguayabera de Alamar, una suerte de segunda Fábrica de Arte Cubano.

“Él (González) tenía pensado invertir en centros que devolvieran la vida cultural a lugares periféricos en cada municipio de La Habana. También destinó fondos a la rehabilitación de la sede del Ministerio, otrora mansión del Vedado que se estaba cayendo a pedazos”, comentó.

Tantas inversiones, que ya han sido pausadas por Abel Prieto hasta próximo aviso, no eran apropiadas para “el momento de crisis que se vive en estos momentos”, así justificaron su despido según el testimonio del trabajador cultural.

No obstante, para algunos pudo haber influido la actitud “respondona” de González Toledo.

“En las reuniones no dijeron nada, solo que Julián había dado criterios que no tenía que dar en frente de personas inapropiadas según el momento, pero se comenta en el ministerio que durante un pleno del Consejo de Ministros tuvo fuertes discrepancias con un alto funcionario del gobierno, unos dicen que (Esteban) Lazo y otros que hasta el propio Raúl”, añadió otra fuente que colabora con las instancias administrativas del Mincult.

Ahora bien, otros apoyan la conjetura de que la disposición de González Toledo por estar a tono con las nuevas relaciones entre Cuba y EE.UU, fue el motivo principal en su despido, así nos lo hace saber otra fuente, un cubano directamente relacionado con la producción de Fast & Furious 8.

A oídos del ahora exministro llegó el desvío de las ganancias que trajo para Cuba la filmación de la referida mega producción hollywoodense en la isla. El destino de este dinero, expresado en cifras millonarias, nunca fue a parar al Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC) ni al Mincult como institución rectora. González habría llamado la atención sobre esto en cónclaves ministeriales, lo cual terminó con el funcionario defenestrado al plan pijama.

Como se mencionaba anteriormente, la llegada de Abel Prieto al poder ha detenido la mayoría de los proyectos de inversión iniciados por Julián, incluyendo la necesaria reconstrucción del epicentro administrativo del Mincult. Pero ello no se queda ahí, también se han frenado las propuestas relacionadas con el intercambio cultural y la presentación de artistas estadounidenses en la isla.

“No vamos a vender el país. La política cultural no se puede privatizar”, aseguró Prieto luego de hacer un llamado a combatir “la ofensiva global de la pseudocultura”, en el comité nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC) realizado a principios de mes.

La lucha de Prieto contra la pseudocultura (que recuerda a términos como “diversionismo ideológico”) ha resultado en que, sin ir más lejos, el esperado concierto de Maroon 5 y la filmación de su video clip en Cuba, fuese rechazado rotundamente por la directiva que rige la política cultural del país caribeño.

En concordancia con el nuevo mandato, la dirección del Mincult ha hecho varios llamados a los medios de evitar mencionar o dar relevancia a sucesos relacionados con la visita a la isla de personalidades y artistas provenientes de EE.UU, informó a CiberCuba un miembro de la prensa oficial.

“Algunos periodistas que se salieron de esa indicación fueron llamados a rendir cuentas, así como los supervisores de la promoción en algunos eventos recientes”, indicó.

Si una lección nos ha enseñado la historia que se viene desenredando desde 1959 es que cuando el río suena, alguien se encarga de quitar las piedras para conservar determinada posición social, estatus que en Cuba se vincula siempre con lo político-ideológico. Si no lo cree, pregúntenle al ex titular de Cultura, relegado hoy a un departamento de comunicación en el Ministerio de la Construcción de Cuba.

Artículo de opinión. Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.
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