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Conformada por más de 400 obras entre pinturas, dibujos, fotografías, cerámicas, revistas, libros y documentos relativos a la azarosa vida y la producción artística del pintor cubano más internacional y reconocido, la muestra relativa a vida y obra de Wifredo Lam está abierta en Londres desde el 14 de septiembre hasta el 8 de enero de 2017.
La muestra impresionó, por su calidad y carácter abarcador, en el museo George Pompidou de París (donde fue visitada por alrededor de 200 mil personas) y el Reina Sofía de Madrid. Y el éxito llenó de alegría, según explicó a la AFP, a Eskil Lam, uno de los cuatro hijos del artista, que estuvo acompañando a su hermano Stephan en la presentación de la exposición en Londres.
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Como puede observarse en la muestra, la vida del artista, nacido en Sagua La Grande en 1902 y fallecido en París en 1982, e hijo de un inmigrante chino y una madre descendiente de africanos y españoles, fue un constante ir y venir entre el Caribe, América Latina y Europa, puesto que sus escenarios más habituales fueron La Habana, Madrid, Barcelona, París, Marsella, la Martinica, Puerto Príncipe, Nueva York, Albissola (Italia) o Zúrich.
Lam estudió arte en Madrid en los años veinte y vivió el estallido de la Guerra Civil (1936-1939), y la muerte por tuberculosis de su primera mujer e hijo. Se alistó voluntario para defender a la República y trabajó en una fábrica de municiones, antes de trasladarse a París en 1938, donde conoció a Pablo Picasso. En este periodo hay un momento figurativo muy poco conocido que también forma parte de la muestra y que incluye el grabado.
Las estrellas de la exposición itinerante, tanto en París como en Madrid y en Londres son los dos cuadros prestados por el MoMA de Nueva York, El regalo eterno y La Jungla, realizados ambos a finales de los años cincuenta y que muestran el regreso a la Isla, al Caribe, al verdor de su fauna y su vegetación, mostradas con todo el bagaje modernista, y la evidente construcción de una narrativa anti-colonial y anti-esclavista.
Residente en Cuba, que le confirió a su obra la sabia nacionalista alimenticia, Lam exponía sus trabajos en Nueva York donde conoció, y se dejó influir, por artistas como Jackson Pollock, Mark Rothko y los impresionistas abstractos. Se entusiasmó con la Revolución en un principio pero muy rápido se marchó a vivir en Italia o Francia.
Algunos de los trabajos de Lam combinan plantas, animales y formas humanas combinadas con símbolos afrocubanos, y por ello es considerado el iniciador de una pintura mestiza que fusionó el modernismo occidental y los símbolos africanos y caribeños.
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