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La amistad entre Donal Duarte y Alexander Malleta se fortaleció durante los meses en que fueron compañeros en la Liga Can-Am, al punto que desde ya se plantean la posibilidad de volver a jugar juntos.
En entrevista con ambos jugadores para el periódico Trabajadores, Donal y Malleta compartieron algunas de sus experiencias con los Campeones de Ottawa de la Liga Independiente Canadiense Americana de Béisbol Profesional (Can-Am), equipo al que ayudaron a obtener su primera corona.
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Miembros en la Serie Nacional de dos equipos de rivalidad histórica, Industriales y Pinar del Río, ambos deslizaron entre las anécdotas que compartieron una idea que resume estos meses de amistad, de apoyo mutuo en un país extraño, donde se juega un béisbol diferente y se habla un idioma ajeno: volver a jugar juntos en Industriales.
Esto sería posible de concretarse la eliminación de la selección pinareña en esta 56 Serie Nacional. Los Pativerdes tienen aún posibilidades matemáticas, pero a falta de 2 subseries y algunos juegos suspendidos es lógico que los jugadores del mítico Vegueros comiencen a pensar en hacer las maletas para continuar la temporada como refuerzos de otros equipos.
“Es una tarea difícil, pero no imposible que Pinar clasifique”, dijo Donal. “Vamos a luchar hasta el final. Si quedáramos fuera quisiera jugar con Industriales, porque es el equipo que me gusta después del mío, aunque yo voy a ser el mismo con cualquiera que me pida”.
En cuanto al boleto de Industriales para la siguiente fase, que también está en peligro, Malleta aseguró que “Ahora solo estoy concentrado en apoyar la clasificación de mi equipo. Lo vamos a lograr y si Donal se suma verá una gran familia”.
“La comunicación entre nosotros fue fundamental”, dijo el cuarto bate Azul, refiriéndose a la estancia canadiense, “porque éramos los únicos cubanos dentro del equipo y porque el idioma también nos chocaba. Sin embargo, logramos insertarnos poco a poco y nos ayudamos en cuanto a los ajustes del bateo y en la propia preparación física”.
“Malleta y yo nos llevábamos bien desde Cuba, pero allá consolidamos la amistad. Estuvimos viviendo en un apartamento y siempre nos dábamos aliento y conversábamos de lo que hacíamos mal a la hora de batear, porque los entrenadores no te dicen nada. Uno mismo tiene que ser jugador y entrenador y si no rindes te mandan al banco o te dan baja”.
Varios fueron los ajustes que tuvieron que hacer ambos peloteros, el primero de ellos, quitarse de la cabeza que aquella era una liga débil.
“Cuando fui para Canadá iba con el criterio de que esa liga no tenía tanta calidad, pero al vivirla cambié la opinión. Hay peloteros que jugaron doble A, triple A y otros que estuvieron en Grandes Ligas. Lo fundamental es el picheo, porque todos los lanzadores tiran por encima de 90 millas y los cerradores entre 95 y 96”, dijo el capitán pativerde, quien elogió la dinámica de los partidos: “Los peloteros entran y salen corriendo al terreno, no se pasan mucho la bola por el cuadro y los juegos duran 2 horas y 20 minutos, lo cual podemos extrapolarlo para nuestras series”.
Malleta añadió que “Es bastante intensa y fuerte, porque además del buen pitcheo se juega mucho, 100 partidos en 111 días, con viajes de traslado de hasta 8 horas. Eso se hace más complicado cuando además debes tú mismo planificarte el descanso y la preparación física. En sentido general fue muy exigente y quería vivir eso. Se me dio la oportunidad y la aproveché al máximo”.
Ya en los años finales de sus carreras respectivas, ambos coinciden en su deseo, no solo de regresar a la Liga Can-Am, o de poder jugar en otras ligas profesionales, sino de integrar la selección nacional para el Clásico. “Si me dan la oportunidad de estar en la preselección para el Clásico Mundial claro que voy a pelear por un puesto. Lo que más deseo antes de retirarme es defender el uniforme de Cuba en un evento internacional, así como lo hago con el de Pinar del Río y como lo hice con el Ottawa Champions”, digo Donal.
Malleta, quien ha sido capitán del equipo Cuba, lo secundó: “Siempre que estoy jugando béisbol pienso en la integración del equipo nacional y en ayudar a los Industriales, por eso pedí incorporarme apenas regresé. Ir al Clásico Mundial lo dirá mi rendimiento, como también estoy dispuesto a volver a jugar en la Liga Can-Am o en otra que me propongan. La posibilidad de jugar otro béisbol siempre deja enseñanzas y te hace mejorar”.
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