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Washington, 10 oct (EFE).- Mañana martes la selección de fútbol de EE.UU. jugará el segundo partido amistoso de la FIFA, esta vez frente a Nueva Zelanda. Atrás queda lo que han calificado de "pesadilla vivida en Cuba".
El seleccionador de Estados Unidos, el alemán Jurgen Klinsmann, ha admitido que la experiencia vivida el pasado viernes en Cuba, donde se enfrentaron al equipo nacional de la isla antillana y ganaron por 0-2, no fue la mejor para su equipo, debido al mal estado del terreno de juego y a las altas temperaturas, pero confía en que frente a Nueva Zelanda todo será distinto.
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"Nos vamos a enfrentar ya en nuestro ambiente, con un terreno de juego en excelente condiciones, el apoyo de la afición y un clima agradable para jugar al fútbol", declaró Klinsmann tras concluir la sesión de entrenamiento.
Klinsmann permitió que nueve jugadores que viajaron a Cuba y que militan en el fútbol europeo y de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS) regresasen con sus respectivos equipos, como son John Brooks, Geoff Cameron, Timmy Chandler, Ethan Horvath, Fabian Johnson, Jordan Morris, Christian Pulisic, Chris Wondolowski y Bobby Wood.
"Estos partidos amistosos sirven para buscar la integración del grupo para cuando lleguen los duelos ante México, en Columbus (Ohio) y Costa Rica de cara al Hexagonal de la Concacaf", destacó Klinsmann. "Su presencia con la selección les permite demostrar esa capacidad de integración", añadió.
Además, Klinsmann reconoció que los jugadores con los equipos europeos podrían mantener el ritmo de competición y llegar en plenitud para el duelo ante México del próximo 11 de noviembre.
Mientras que los de la MLS, como los delanteros Jordan Morris y Chris Wondolowski, al que Klinsmann alabó por la gran entrega que aportó en el partido frente a Cuba, podrán ayudar a sus respectivos equipos los Sounders FC de Seattle y los Earthquakes de San José a luchar por estar en la fase final.
Klinsmann citó para ocupar las vacantes de los que dejaron la selección a los hispanos Kellyn Acosta, Juan Agudelo y Michael Orozo, junto con Matt Besler, Terrence Boyd, Bill Hamid y Tim Parker.
"No tengo ninguna duda de que vamos a formar un equipo competitivo ante Nueva Zelanda, un rival que hizo una gran labor frente a México y que nos va a servir de gran referencia", comentó Klinsmann.
"Pienso que nos favorece el jugar después que lo hiciese México ante Nueva Zelanda porque conocemos mejor al equipo y también nos ayuda con lo que hicieron bien en el partido anterior".
Con las bajas y nuevas incorporaciones Klinsmann reconoció que todavía no tiene definido al equipo titular de mañana.
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