En el día de ayer, trascendió que la directora de Periodismo de Barrio, Elaine Díaz Rodríguez, había sido detenida en Baracoa junto a otros periodistas de ese medio de prensa alternativo de la Isla.
En las últimas horas, algunas publicaciones hechas por la propia Elaine, en su perfil de Facebook, ratifican que ya pronto estarán de vuelta en La Habana y que su grupo hará una declaración conjunta en las próximas horas.
Sin embargo, aunque el tono de la periodista no ha sido agresivo en ningún momento, ya le están lloviendo palos desde varios medios oficiales de la Isla.
En la parte final de un artículo publicado hoy, Granma alude a ellos, aunque sin dar nombres:
“Realizaron actividades, en las cercanías de la ilegal Base Naval que Estados Unidos mantiene en la provincia de Guantánamo, en contra de la voluntad de su pueblo, y que nada tenía que ver con las zonas más dañadas por el huracán”.
De tal aseveración, se ha defendido la periodista:
El origen de tal cruce fue una foto que difundieron los periodistas de Periodismo de Barrio en la que celebran haber conseguido utilizar la línea de Internet de la que se sirve la Base Naval de Guantánamo.
La foto, el hecho, el lugar, todo...ha desatado la furia de Radio Guantánamo, que ha ido más allá que Granma en el tono. Sobre la mencionada instantánea ha declarado la periodista Mabel Pozo:
“Parecen estar en un safari. Todos muy divertidos porque han logrado conectarse a la red de telecomunicaciones que ha dispuesto el gobierno de Estados Unidos para sus militares ubicados en ese territorio ocupado contra la voluntad del pueblo cubano desde hace más de 100 años”.
“Infantilismo”, “falta de escrúpulos profesionales”, “ayuda mezquina e irresponsable” y una larga lista de calificativos hacia un grupo de personas que no merecen ese ensañamiento. No es infantilismo ni falta de escrúpulos profesionales lo que uno descubre al asomarse a la web de Periodismo de Barrio, sino todo lo contrario, las ganas de ayudar y el doble mérito de hacerlo "desde adentro".
Una vez más, la ceguera se impone en el periodismo cubano, los intentos de desprestigiar y quemar todo asomo que no llame a la uniformidad de miras.
Sin embargo, más allá de la prometida aclaración de los hechos, reconforta que Elaine Díaz Rodríguez haya mencionado que responderán con trabajo, y no con una entrada al área de los trapos sucios:
Es con esa actitud, con trabajo, con reportajes, con lo que Periodismo de Barrio seguramente callará las bocas de quienes no entienden que hay muchas maneras de hacer y de decir, porque la pluralidad es indicio de inteligencia.
Mientras tanto, culmina Mabel Pozo con un párrafo violento, demasiado, tal vez:
“Entérense los medios buitres que intentan hacer su agosto con la desgracia ajena y prestarse a peligrosas provocaciones y manipulaciones políticas, en vísperas de una reunión entre Cuba y los Estados Unidos sobre Derechos Humanos: No lo queremos aquí”.
Y leído esto, uno se pregunta, hasta cuándo la rabia, hasta cuándo.
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