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Aunque Samsung anunció hace apenas unos días la paralización de la producción del smartphone Galaxy Note 7 por los problemas que tiene con las baterías, y aunque ya todos los usuarios que tienen uno de estos modelos conocen del peligro que ellos representan, y que la compañía coreana se comprometió a devolverle el dinero a los 2.5 millones de usuarios que compraron el terminal en todo el mundo, (o a cambiarlo por otro de un valor similar) aún existe la posibilidad de que alguien conserve el equipo y lo mantenga en uso.
Este sábado entró en vigor una ley que prohibe llevar encima un Samsung Note7 en cualquiera de los vuelos comerciales de erolíneas que vuelen en los Estados Unidos y Canadá. Miembros del personal de las líneas aéreas y funcionarios de seguridad, tienen la obligación de retirar el aparato a los pasajeros que lo posean, ya sea encima o guardados en su equipaje.
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No obstante, aerolíneas como Alaska Airlines (una de las que fue autorizada a viajar a Cuba) han decidido colocar en todos sus aviones, debajo de todos los asientos, una bolsa de contención de fuego, para evitar que en caso de que algún Samsung Galaxy Note7 "se incendie" durante un vuelo, ello pueda provocar un desastre mayor.
'En el caso de un fuego de batería de iones de litio, el pasajero puede tomar la bolsa, colocarse unos guantes que van colocados dentro y que son resistentes al calor; uego procederá a introducir el dispositivo dentro de la bolsa y cerrarla. Una vez esta esté cerrada, se apagarán las llamas."
Esta bolsa fue creada por Baker Aviation, y puede soportar hasta 3.200 grados Fahrenheit. Ello significa que el aparato puede quemarse completamente dentro sin que la bolsa se incendie.
La bolsa es lo suficientemente grande como para que dentro de ella quepa una laptop.
Según AP, Virgin América, y Delta, también comenzaron a utilizar en sus aviones estas bolsas desde ayer viernes 14 de octubre del 2016.
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