El día 20 de julio de este año 2016, la agencia REUTERS daba a conocer de la presencia en Cuba de obreros de la India trabajando en el Hotel Manzana de Gómez junto a obreros cubanos. Con una diferencia: mientras a los cubanos le pagan un salario que al cambio actual del dólar en Cuba no llegaba ni a los 45 dólares, los obreros de la India ganaban $1600.00.
La noticia, que provocó airadas protestas en las redes sociales, y publicaciones en diversos diarios y sitios digitales del mundo entero, jamás fue "aclarada" por autoridad estatal alguna.
Hoy 16 de octubre, casi 3 meses después, es que el el diario Juventud Rebelde ofrece un poco de "luz" a este asunto.
Según la nota del diario de la cual se ha hecho eco el portal de noticias de Cubadebate "el rendimiento de los trabajadores de la India en las obras es tres o cuatro veces superior al registrado como media en el país. El resultado de su trabajo es de muy alta calidad. Su presencia está impregnando un alto aprovechamiento de la jornada laboral, lo que redunda en una mayor productividad."
Tal aseveración surge de las declaraciones dadas al diario de la juventud cubana por el director adjunto de Almest, el arquitecto José Martínez Hernández.
Almest es una Empresa Inmobiliaria cubana que tiene contrato firmado con otras entidades extranjeras para la construcción en Cuba de diversos proyectos, sobre todo en los principales polos turísticos del país.
Según Martínez Hernández, el objetivo principal sería "revolucionar el sector constructivo en el país".
Por ello, entre otras cosas, es que se seleccionó desde hace ya casi 20 años a la Empresa Francesa Bouygues como una de las "ejecutantes" de estos proyectos.
La decisión de trabajar con Bouygues, asociada a instituciones constructoras cubanas, refrenda los principios de sostenibilidad que deben acompañar a cada inversión, entre estos acortar los plazos de ejecución, utilizando el método de diseño y construcción simultáneamente.
Boygues, garantiza no solo el indispensable "know how", la aplicación de novedosos métodos productivos y organizativos, además del "aseguramiento de los proyectos y el suministro de materiales e insumos"; (...) garantiza la utilización de nuevas tecnologías constructivas, así como la actualización de los diferentes productos hoteleros."
Reducción del tiempo de ejecución de la obra, mejor calidad, mantenimiento del nivel del presupuesto... son otros de los factores que proyecta como slogan de excelencia la firma francesa.
Según Almest, "el incremento de la fluctuación de la fuerza de trabajo en el sector constructivo, y la baja calificación de los obreros es el obstáculo que lastra la plena eficiencia en la ejecución de las obras."
Pero... ¿qué puede propiciar esa fluctuación?
Demoras en los pagos, malas condiciones de trabajo, mala alimentación, poca exigencia, mala atención al obrero. Esas son causas no exclusivas de Cuba, que suelen propiciar los "éxodos y las fluctuaciones", pero bajo esta premisa, ¿algún trabajador cubano se marcharía de una obra en la cual su remuneración salarial mensual alcanzase los mil seiscientos dólares mensuales?
No se trata, como dijo el directivo de "un aumento en las tarifas salariales", tema que por demás "se encuentra en estudio". Se trata de igualdad salarial por igualdad de funciones. Y si bien está regulado y "legislado" la contratación de personal extranjero en la isla para la realización de estas tareas, la pregunta principal que ha generado toda la polémica es: ¿por qué a un obrero cubano de los que trabaja en el Hotel Manzana de Gómez, no se le paga lo mismo que al resto de esos obreros extranjeros?
Que hayan traído obreros de la India para recuperar atrasos en el cronograma, que unos estén especializados en diversas funciones explica, solo, una arista del asunto. La más compleja, la que nadie se explica bien del todo, es la diferencia salarial.
Mil seiscientos es muchas veces superior a cuarenta y cinco.
con información de Cubadebate
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en:
Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.