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Ayer lunes 17 de octubre el Instituto Nacional de Migración (INM) de México anunció que a partir del 9 de enero de 2017 se pondrá en marcha el Programa Temporal de Regularización Migratoria (PTRM).
Como ha ocurrido ya en otras experiencias previas de regularización en ese país, dicho Programa otorgará estancia legal y permiso de trabajo a extranjeros, pero en este caso los beneficiados serán quienes hayan arribado a suelo mexicano antes del 9 enero de 2015.
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En un comunicado, el Instituto Nacional de Migración ha declarado que independientemente de su nacionalidad, los extranjeros que hayan entrado en el país antes de la fecha señalada, si residen en México y no cuentan con estancia migratoria regular, podrán beneficiarse del proceso.
El Programa de regularización otorga la condición de residente temporal por un período de cuatro años y, acto seguido, la residencia permanente. También permite que los extranjeros puedan solicitar un permiso de trabajo.
Para los extranjeros que puedan demostrar un ingreso igual o menor al salario mínimo vigente, el trámite será gratuito.
El estudio socioeconómico lo hará el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), el Ayuntamiento del lugar donde resida el solicitante u otras autoridades competentes.
Como es lógico, este tipo de proceso también genera dudas o miedos entre quienes se encuentran actualmente en situación “irregular”. En ese sentido, el INM mexicano ha garantizado que quienes presenten su solicitud de regularización, “no serán presentados en una estación migratoria, devueltos o deportados a su país de origen, ni deberán cubrir ningún pago por multas debido a los trámites migratorios”.
Para poder tener derecho a formar parte del Programa de regularización migratoria es imprescindible presentar un documento de identidad y algún comprobante, recibo o documento que permita atestiguar la presencia en territorio mexicano del solicitante con anterioridad al 9 de enero de 2015.
Ese requisito puede dar algunos dolores de cabeza a los poco precavidos o a quienes no suelan guardar documentos de ningún tipo. Servirán “billetes de avión, autobús, recibos de servicios, expediente clínico, constancia de estudios, contrato de renta o un documento migratorio de estancia regular vencido”, entre otros.
Sin embargo, no hay de qué preocuparse, al parecer, porque de no tener ningún documento los extranjeros podrán demostrar su identidad y que viven en el país a partir del testimonio de dos personas ―mexicanas o extranjeras residentes― que corroboren ambos aspectos.
El Programa no aplica para quienes tengan abierto "un trámite migratorio pendiente de resolución, estén sujetos a proceso penal o hayan sido condenados por delito grave y por ello deportados”.
El Programa estará vigente hasta el 17 de diciembre de 2017.
En lo que respecta al número de cubanos que se podrán beneficiar de esta medida, imposible saberlo con exactitud, pero sabido es que México es uno de los principales receptores de migrantes cubanos, aunque casi siempre en tránsito hacia EE.UU. donde, por la Ley de Ajuste Cubano, tienen amplias ventajas migratorias.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, si se compara el número de cubanos residentes en ese país, entre los años 2000 y 2010 se dobló la cifra: de 6647 a 12 108. Como es de imaginar, esa cifra sólo incluye a los censados, así que el dato de cubanos irregulares en suelo mexicano elevaría esa cifra, aunque no fácil suponer a cuántos.
En este enlace se puede consultar el comunicado difundido por el Instituto de Migración de México
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