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A pesar de que se cantó por primera vez el 20 de Octubre, nuestro Himno Nacional nació la noche del 14 de agosto de 1867, un año antes del levantamiento independentista liderado por Carlos Manuel de Céspedes en La Demajagua. Primero se compuso la música, llamada La Bayamesa, y surgió en la Logia Masónica Redención de Bayamo, en una reunión conspirativa en que participaron los patriotas Francisco Maceo Osorio y Pedro Figueredo.
Maceo Osorio le encargó al poeta y músico Figueredo que compusiera “nuestra Marsellesa”, y esa misma madrugada, fue compuesta la música, poco después instrumentada por Manuel Muñoz Cedeño. Pasaron algunos meses antes de que se escuchara por primera vez en público.
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El 11 de junio de 1868 Figueredo insertó la marcha en un acto público durante las fiestas religiosas del Corpus, en la iglesia parroquial de Bayamo, en presencia del Gobernador Militar de la Plaza. La marcha fue ejecutada dentro de la iglesia, y luego salieron los revolucionarios en procesión, escuchando aquella música que convocaba a la sublevación. El Gobernador llegó a percibir la intención del himno independentista, y llamó a contar a Perucho Figueredo, quien cuestionó sus conocimientos musicales y discutió el carácter de la pieza.
Bayamo pasó a ser un sitio fundamental dentro del pensamiento independentista cubano, la primera capital de la República en Armas, y sitio inicial de la insurrección, el 10 de octubre de 1868, en la cercana finca La Demajagua. Carlos Manuel de Céspedes, llamado Padre de la patria, presentó ese día la bandera de la República en armas, que nos representa hasta hoy.
El Himno se cantó por primera vez el 20 de octubre de 1868, el mismo día que se firma la capitulación de las fuerzas españolas. En honor a esta fecha, se celebra en Cuba el día de la Cultura Nacional. La letra con que se lo conoce hoy se escuchó cantada por primera vez ese 20 de Octubre, cuando acompañó la división insurrecta de Bayamo, al frente de la cual marchaba a caballo Perucho Figueredo, detrás de su hija Candelaria, abanderada del contingente mambí.
Según se cuenta, el pueblo de Bayamo vitoreaba a Figueredo, que erguido sobre su caballo, escribió las dos estrofas del Himno en una libreta de apuntes, desde “Al combate corred, bayameses, que la Patria os contempla orgullosa…” hasta “del clarín escuchad el sonido, a las armas, valientes, corred”.
Originalmente el himno contaba con seis estrofas. Las últimas cuatro estrofas fueron excluidas en 1902, porque irrespetaba a los españoles y hacía demasiado larga su ejecución. En una parte de esas cuatro estrofas eliminadas puede leerse: “No temáis; los feroces íberos, son cobardes cual todo tirano, no resisten al bravo cubano; para siempre su imperio cayó”.
El Himno Nacional cubano es un llamado al combate, surgido en el fragor de la lucha contra el poder colonial, y llama a defender la Patria y ofrendar la vida en busca de la libertad. Y tanto incentivó la rebeldía de los cubanos, que el 12 de enero de 1869 los bayameses prefirieron quemar la ciudad antes que entregarla al ejército colonial español. El Himno acompañó la guerra de independencia, y luego se transformó en símbolo de la nación cubana.
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