En un comunicado oficial el jefe del Comité Disciplinario de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) decidió extender sanciones impuestas a dos jugadores, de Malta y Cuba, “por violaciones de la regla antidopaje”.
Las sanciones, que fueron extendidas de acuerdo con el artículo 136 del Código Disciplinario de la FIFA señalan que “el futbolista de la selección nacional de Cuba, Abel Juan Martínez Colón, había sido sancionado por el Comité Disciplinario de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) de todo tipo de actividad relacionada con el fútbol (administrativa, deportiva o cualquier otra) por un período de un año y tres meses. El jugador estará suspendido hasta el 25 de abril de 2018”.
El jugador estará suspendido hasta el 25 de abril de 2018
En el caso de Ishmael Grech, que había sido sancionado por el Panel Disciplinario Nacional Antidoping de su país, Malta, la FIFA confirmó un castigo por un período de un año y tres meses, que cumplirá hasta el 28 de julio de 2017.
El cubano Abel Martínez, por su parte, fue una de las principales ausencias del partido del 7 de octubre en La Habana ante Estados Unidos a causa precisamente de este proceso, cuya decisión final acaba de conocer en la Ciudad de México donde se encuentra en las filas del Cruz Azul Hidalgo, una sucursal del conocido equipo “cementero” mexicano de la primera división.
Aunque los medios oficiales de la isla no se han hecho eco de este caso, ha trascendido que al jugador -sobrino de la campeona olímpica de jabalina, Maria Caridad Colón- se le detectó el diurético prohibido Furosemida en una muestra analizada en el laboratorio de Montreal luego de un partido del Campeonato Preolímpico de la CONCACAF, celebrado en los Estados Unidos a fines de 2015.
Un segundo jugador cubano, Arturo Diz Pé, al que había apostado otro equipo mexicano, el Santos Laguna, en su apertura con el balompié de la isla en 2015 también se le descubrió igual sustancia durante su participación en este torneo clasificatorio a los Juegos de Río. Este jugador negó que se había dopado y tras viajar al exterior para la apertura de la llamada prueba “B” ,desapareció en suelo canadiense.
Se supone que antes de trasladarse a los Estados Unidos el equipo cubano haya sido examinado por el laboratorio antidoping de La Habana. Según ESPN Digital, el director deportivo del conocido club “cementero” Eduardo de la Torre, informó que el jugador había apelado ante la FIFA con el respaldo de la Asociación de Fútbol de Cuba. Martínez causó baja en el conjunto celeste para la presente campaña aunque tiene contrato hasta diciembre próximo con Cruz Azul Hidalgo.
En declaraciones para ese portal de Internet, el jugador aseguró que el doping habría sido inducido para perjudicarlo, pues "no salí del hotel en ningún momento, no fui a ningún lado antes del partido. Lo más probable es que pusieron algo en la comida" comentó respecto al escenario en los EE.UU.
Para ESPN Digital “lo extraño del asunto es que se sabe que a principios de este año, Arturo Diz Pé recibió la notificación por parte de la CONCACAF, que había dado positivo por doping, mientras que al Cruz Azul se le avisó sobre el caso de Martínez dos meses más tarde”.
Los diuréticos están en la mira de las comisiones médicas del Comité Olímpico Internacional y de otras federaciones internacionales por considerarse “agentes encubridores”. Un diurético le costó la medalla de plata olímpica ocho años después de los Juegos Olímpicos de Beijing, a la célebre discóbola cubana Yarelis Barrios, igual medicamento detectado a otro atleta cubano en ese evento multidisciplinario, Wilfredo Martínez, quinto lugar en salto de longitud, que desde hace un tiempo decidió establecerse en España.
Todos los atletas cubanos acusados de doping se han declarado inocentes.
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