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Las autoridades cubanas del municipio de Quivicán, en la provincia Mayabeque, ordenaron la ejecución de un registro y cierre de una cafetería privada. Según informa Diario de Cuba, el operativo en la cafetería El Renacer se llevó a cabo por parte la Policía Nacional (PNR), la Contrainteligencia Militar y la Fiscalía municipal de Quivicán sin orden de registro previo y en ausencia del propietario del negocio.
En declaraciones al citado medio el titular de local y administrador del negocio, Lázaro Pérez Valdés, mostraba su sorpresa e indignación ante la decisión de las autoridades: "Todos los documentos y pagos están en regla y al día; además, tengo cada comprobante que justifica la compra legal de toda la mercancía que confiscaron".
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Todos los empleados de la cafetería deberán pagar, por su parte, una multa de 1.000 pesos “por no tener licencia para trabajar como dependientes”. También se impuso una multa de mayor cuantía al propietario: "Me impusieron una multa de 1.500 pesos y el cierre inmediato del negocio, a pesar de que tengo también mi licencia", declaró Lázaro Pérez.
El abogado Óscar Joaquín Maturel señaló que la operación contra El Renacer es arbitraria. Sobre los hechos comentaba el letrado: "Sin orden de registro, sin acusación, sin la presencia del dueño del local… indica el montaje de una declaración de fuerza y coacción. Han dejado sin empleo a varios ciudadanos y, por ende, han lacerado el sostén económico de varias familias".
Fuentes de la Policía de Quivicán que prefirieron guardar su anonimato, indicaron a Diario de Cuba que la operación contra la citada cafetería forma parte de un "operativo nacional contra el sector privado que vende productos adquiridos en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD)". Además confirmaron que la operación también incluía "a otros negocios privados del municipio". La misma fuente añadió que vecinos de la cafetería habían manifestado su descontento ante la aglomeración de gente que "acuden al establecimiento a consumir bebidas alcohólicas".
Estas declaraciones se contrastan con la opinión de algunos vecinos que fueron testigos de la operación policial. Según explicaban,"a excepción de aquel suceso, en diciembre pasado, cuando un maleante del pueblo lesionó al propio Lachi (Lázaro Pérez Valdés), en el portal de su casa".
Qué establece la legislación cubana
Un funcionario de la Oficina Nacional de Administración Tributaria de Cuba (ONAT) explicaba que los cuentrapropistas pueden vender productos adquiridos en las TDR siempre que "muestren el comprobante”. Este sería, según sus propietarios, el caso de la cafetería El Renacer.
El mismo funcionario aclaraba que sí existe regulación acerca del precio al que deben venderse dichos productos. La limitación pretende impedir que se vendan productos adquiridos en el mercado negro o a través de acuerdos ilícitos con empleados de las tiendas en divisas.
La opinión de los cuentrapropistas
Una de las principales quejas de los cuentrapropistas cubanos es la inexistencia de mercados mayoristas donde poder comprar a precios razonables.
Lo ocurrido en esta cafetería de Quivicán es para muchos, como Renato Herrera, dueño de una pequeña pizzería en Nuevo Vedado, "una señal de alerta", y añadió que "Es la mecánica de siempre: los cuentapropistas de negocios pequeños somos los acaparadores, los culpables de que en las tiendas y mercados no haya nada y de la crisis que carcome a este país. Pero nadie dice nada de esos grandes negocios que, se sabe bien, son monopolizados por militares y ministros".
El cierre de este negocio de Quivicán parece estar relacionado con la paralización de nuevas licencias y el recrudecimientos de las condiciones a los cuentrapropistas de la Isla.
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