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El exjugador y mánager Alfonso Urquiola, considerado por muchos el mejor estratega actual de la pelota cubana, afirmó estar listo para volver a tomar las riendas de Pinar del Río, si lo llaman.
En entrevista con Cubadebate, el estelar excamarero de los Vegueros volvió a hacer declaraciones públicas, menos de dos años después de haber renunciado al mando de su equipo y de soltar fuertes críticas sobre la manera en que se maneja el béisbol en Cuba.
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Sin embargo, el centro de la charla fue esta vez el malestar que siente el estratega tras la temprana eliminación pinareña, uno de los grandes equipos de la pelota cubana, que este año no consiguió pasar de la primera etapa.
“He sufrido muchísimo la eliminación del equipo”, le aseguró Urquiola al periodista Michel Contreras. “La gente me pide que vuelva a dirigir, eso has podido comprobarlo tú mismo por la calle. Y este pueblo es mi vida; yo no sé hacer otra cosa que no sea estar en la pelota. A mí me gusta mucho más ser manager en Pinar del Río que en cualquier otro equipo que me contrate. No soy ningún santo, pero sé que el dinero no es la vida. Prefiero estar donde mejor me siento, y eso es en Pinar”.
No soy ningún santo, pero sé que el dinero no es la vida. Prefiero estar donde mejor me siento, y eso es en Pinar
Cuando abandonó el equipo, disgustado por el “burocratismo de que son víctimas los peloteros”, como dijo entonces, Urquiola sugirió como posible sustituto a su asistente, Jorge Gallardo. Este lo hizo bien en 2015, cuando llevó a la nave a conquistar la medalla de plata de la 55 Serie Nacional. Sin embargo, los resultados esta vez fueron malos.
Tras lo ocurrido, Urquiola no ve una crisis en la pelota pinareña. “Crisis de atletas, imposible”, aseguró. “Fíjate que venimos de ser subcampeones en la Serie anterior y tenemos el mejor staff de pitcheo de Cuba. Si la hay, puede ser crisis de motivación, pero no deportiva”.
Continuó: “En los deportes colectivos hay que cuidar todos los días la dinámica de grupo, que cuenta más que todo lo demás. Si no logras crear una familia, poco importa que estés óptimo en lo técnico y lo físico. Pero claro, el liderazgo no se enseña ni se crea en un laboratorio; eso nace con la persona y va en su corazón. Y son tus acciones, no tus palabras, las que te dan la condición de líder. Esas cosas las aprendí por intuición, pero también con José Miguel Pineda”.
Aun así, las palabras bien usadas pueden tener un gran efecto, y de la misma forma, ser contraproducentes si se usan mal. “Muchas veces yo daba un solo mitin por subserie y el equipo funcionaba perfectamente. Al final de cuentas, yo pienso que el mitin psicológico es más importante que el técnico-táctico, sin que eso signifique que este último sea obsoleto. Muchos campeonatos se han perdido en los mítines: una frase fuera de lugar, un mal trabajo con la autoestima de los atletas, y se te van los juegos por la borda”.
Más que preocupado con Pinar, Urquiola sigue viendo los mismos problemas que señaló hace tiempo en el béisbol cubano. “Yo te dije en aquella entrevista que para este tiempo no iba a haber pelota en Cuba. Y dime tú, ¿no era verdad? ¿En qué liga un equipo gana 42 de 45 juegos, y otro solo consigue 11 victorias en el mismo calendario? No se puede negar que las deserciones han influido mucho en el deterioro, pero por más que se vayan figuras, este es un semillero de peloteros y existe un trabajo desde la base para desarrollar los talentos. ¿No ganamos hace poco el Mundial sub-15? ¿No fuimos segundos en el Panamericano sub-18? Pero pasa que hay mucha desorganización en el trabajo, y al final estamos entregándole maravillas a los delincuentes que sacan del país a los talentos para venderlos como mercancías”.
En aquella entrevista no apareció publicado un crítico ataque de Urquiola a las autoridades del béisbol, pero luego se filtró, salió a la luz y se volvió viral, removiendo las bases institucionales del béisbol cubano, poco acostumbradas a ser analizadas de forma crítica o a recibir cuestionamientos, sugerencias u opiniones que pongan en evidencia malos manejos o decisiones desafortunadas.
A mí me ha tocado reconstruir el equipo en tres oportunidades y volvería a hacerlo con gusto
Aunque el mánager más respetado de Cuba sigue peleado con el burocratismo del béisbol en la isla, al menos está dispuesto a regresar a levantar a su equipo Pinar del Río. “A mí me ha tocado reconstruir el equipo en tres oportunidades y volvería a hacerlo con gusto, siempre y cuando todos los factores decidan trabajar juntos para solucionar los problemas y sacar al conjunto del mal momento. A mí nadie me ha hecho ninguna propuesta al respecto. Si vinieran a hacérmela, los recibiría con los brazos abiertos y les diría algunas cosas que tengo que decirles. Pero te lo adelanto, si cojo el mando tienen que comer perejil conmigo y ganármelo en la raya… Con ese picheo que tiene Pinar, no hay bateadores en este país para matarme”, concluyó.
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