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Estudió Electrónica Aplicada, en enero de 2015 se lanzó al mundo del llamado “cuentapropismo” y poco después fue seleccionado para participar en el programa de becas "Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas" (YLAI por sus siglas en inglés), impulsado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Freddy Espinosa es el nombre de ese joven afortunado y talentoso ―de apenas 23 años― al cual El Toque le ha dedicado un reportaje en el que se le sigue la pista a un emprendedor de ideas claras y, sobre todo, muchas ganas de hacer.
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Espinosa es es el creador de Almaty Technologies & IT Solutions, un negocio que, según describe la mencionada publicación “provee soluciones informáticas y tecnológicas, comercializa accesorios para dispositivos móviles al por menor y ofrece otros servicios como diseño y desarrollo web, impresiones y publicidad”.
En poco tiempo, el joven ya ha conseguido cierto nivel de estabilidad y crecimiento, pero aspira que su trabajo y su dedicación le lleven a más:
“Llevo este pequeño negocio yo solo, y en parte soy el sostén de mi familia, por tanto se me hace difícil guardar dinero para inversiones. No tengo los recursos que necesito para lograr mis deseos, pero todo en la vida viene de a poco, así que sigo con mis ideas”, insiste Freddy.
Patrocinado por el Departamento de Estado de EE.UU., Freddy Espinosa es uno de los ocho cubanos afortunados que ha sido escogido para para participar en el programa de becas Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas.
El programa de YLAI supone una gira por varias ciudades en las que se ofrecen conferencias y charlas de personas que han tenido éxito en distintas esferas de negocios. YLAI facilita las herramientas y los medios para seguir el camino profesional que ya se ha trazado previamente.
A ello se suma la inserción en dinámicas de empresas similares a las que ellos mismos han creado en sus países de origen. ¿El propósito? Ganar experiencia.
Pero no fue fácil llegar a este programa de becas, Freddy Espinosa antes debió superar un complicado proceso de entrevistas y solicitudes, en el que se presentaron más de 4000 aspirantes de 37 países diferentes. Al final sólo lo consiguieron 250 jóvenes, de los cuales 8 son cubanos.
En relación con las sospechas del Gobierno cubano de que ese tipo de becas buscan empoderar a sectores claves de la sociedad ―sobre todo jóvenes y cuentapropistas― con el fin de “convertirlos en impulsores de cambios en el sistema sociopolítico cubano”, señala:
“Más allá de las opiniones que pueda generar este programa, mi meta es levantar mi negocio y considero que la iniciativa me ayuda mucho en ese aspecto. En mi opinión, siempre que el participante tenga claros sus objetivos durante y después de los programas, no creo que tenga nada de malo participar en ellos; yo me siento muy orgulloso de ser parte de esta iniciativa y de los logros que he tenido hasta el momento.”
Y añade:
“Una vez logre establecerme lograré un impacto también en mi comunidad, porque contemplo la apertura de un aula para ofrecer talleres y cursos gratuitos sobre tecnologías aplicadas a la vida diaria. Parte de los ingresos serán invertidos en desarrollo comunitario y eso la gente lo valora, contribuye directamente al crecimiento de nuestra sociedad”.
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