Vídeos relacionados:
El nivel de tensión que se ha estado viviendo en estas elecciones presidenciales 2016 en los Estados Unidos no tiene parangón en la historia.
Partidarios de un Partido y del otro, "se despedazan" en acusaciones mutuas, mientras ambos aspirantes, Hillary Clinton y Donald Trump, cenan y hasta bromean juntos. Ojo, el show "es pura mascarada".
Lo más leído hoy:
La realidad no es que uno quiera derrotar al otro. Eso es lo obvio. La realidad es que la intención es hacerlo categóricamente. Con uñas y dientes -si fuera menester-, y en ello han puesto énfasis los partidarios de ambos bandos.
Los republicanos acusan a Hillary de corrupta y mentirosa; la acusan además de ser la responsable directa de lo sucedido al embajador norteamericano en Libia, Christopher Stevens, el 11 de septiembre del 2012, y si bien es lamentable la muerte de Stevens, y otros tres estadounidenses, la belicosidad de las administraciones republicanas son más causantes de muertes de estadounidenses que "la siesta" de Hillary (pensemos en Vietnam y en Iraq y en Afghanistán).
Del lado demócrata -y con pruebas- acusan a Trump de ser xenófobo, de ofensivo y denigrante hacia las mujeres, entre otras muchas cosas más, "pequeñas" con otras que se encuentran en investigación -asegura CNN- referente a posibles vínculos entre este, y el gobierno ruso. A este último, y a su presidente, se le acusa de querer influir en las elecciones norteamericanas ya sea mediante el hackeo "directo" a los resultados de las elecciones, o ya sea influenciando el pensamiento de los votantes, con la revelación de cientos mensajes de correo electrónicos para dañar la imagen del partido y de su representante, Hillary Clinton, de cara a las votaciones.
CNN aseguraba ayer que "el FBI ha estado llevando a cabo múltiples investigaciones de presuntas conexiones entre Rusia y Donald Trump, su campaña presidencial o sus partidarios", y aunque hasta el momento no hay pruebas contundentes que vinculen "conexiones criminales" entre las partes, algo hay detrás de los ciberataques al Partido Demócrata. Para colmo de males, el propio Trump, hace un par de meses atrás "alentaba" al presidente Putin a algo que visto de la manera que usted desee, puede tener solo un nombre: ciberespionaje, aunque el gobierno de Barack Obama se ha negado a hacer acusaciones formales.
Paralelo a esto, asegura CNN, "el FBI ha mantenido una cuidadosa observación en relación con cualquier información vinculada con su investigación de la conexión de Moscú con la campaña Trump."
Durante más de un año, dice CNN, "el FBI ha estado examinando las acusaciones sobre el expresidente de la campaña de Trump Paul Manafort y su firma y sus conexiones con figuras pro-Putin en Ucrania."
Pero ya no es uno solo el que está bajo la lupa, son los dos. ¿Ley pareja?
Queda menos de una semana para que en Estados Unidos haya un nuevo presidente, pero con el FBI detrás investigando cada detalle de la vida de los aspirantes presidenciales, ninguno de los dos, me temo, está, "limpio de polvo y paja", como se diría en buen cubano.
Archivado en:
Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.