¿Cuáles son las preocupaciones de los jóvenes cuentapropistas en Cuba?

Se multiplican las preocupaciones, las inquietudes e insatisfacciones entre los jóvenes cuentapropistas en Cuba en relación con las condiciones en que realizan su trabajo.

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Este artículo es de hace 8 años

Son decenas de miles los jóvenes en Cuba que, por debajo de 35 años, se encuentran en estos momentos vinculados laboralmente al sector cuentapropista de la Isla, ese flamante sector emergente de la economía nacional que se ha convertido en la gallina de los huevos de oro.

Sin embargo, se multiplican las preocupaciones, las inquietudes e insatisfacciones entre esos mismos jóvenes, en relación con las condiciones en que realizan su trabajo.


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Un reciente y enjundioso artículo de Juventud Rebelde da cuenta pormenorizada de algunas de esas preocupaciones que tienen los jóvenes que permanecen vinculados en Cuba al cuentapropismo, así como a las a las Cooperativas No Agropecuarias (CNA).

Entre los meses de septiembre y octubre ―por iniciativa de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)― se realizaron un grupo de reuniones que se extendieron a los 54 municipios en los que ese sector de edad tiene una mayor presencia en el área no estatal.

El resultado fueron casi 300 planteamientos realizados que ponen el dedo en la llaga de muchos asuntos sensibles: errores, ilegalidades, aspectos no legislados o mal legislados.

Hay que tener en cuenta que según datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, actualmente 517 738 personas ejercen el trabajo por cuenta propia en Cuba, y de ellas, 158 741 son menores de 35 años, lo que supone nada menos que el 31 %.

Esa cifra confirma la importancia del cuentapropismo como fuente de empleo entre los más jóvenes y la aceptación que tiene entre la juventud el sector no estatal de la economía.

Según estudios y entrevistas realizadas por el citado medio, el principal atractivo son los ingresos económicos, además de que el cuentapropismo provee a los jóvenes de mayor autonomía e independencia.

Dentro de la mencionada cifra de jóvenes cuentapropistas, muchos estarían ocupando lugares importantes dentro de las nuevas formas de gestión, e incluso algunos las estarían combinando con otro trabajo en el sector estatal.

Ahora bien, ¿de qué se quejan los jóvenes cuentapropistas en Cuba? ¿Cuáles son sus principales preocupaciones?

-Los trámites burocráticos, que muchas veces obstaculizan el buen desenvolvimiento juvenil en las nuevas formas de la economía.

-Las gestiones para obtener documentos demoran demasiado y luego se vencen con rapidez.

-Se toman decisiones que impactan el funcionamiento de la actividad que desempeñan y, sin embargo, no se les informa previamente.

-Las trabas en algunas entidades que impiden los contratos para determinadas licencias.

-A pesar de que está aprobado que los trabajadores por cuenta propia y los integrantes de las CNA pueden hacer contratos con las empresas estatales, ese mecanismo no marcha bien.

-El maltrato de algunos inspectores que, lejos de educar y prevenir, ponen muchos obstáculos en el trabajo de los jóvenes cuentapropistas. Inspectores que no dejan hablar, se tenga o no razón.

-Las dificultades que ocasionan las entidades estatales que no tienen establecida la entrega de justificante por la venta de sus productos, algo que piden constantemente los inspectores al sector cuentapropista.

-La necesidad de un mercado mayorista para el abastecimiento de algunas áreas no contempladas todavía, por ejemplo, que los conductores de bicitaxis “puedan adquirir las piezas necesarias para sus equipos y no tengan que comprárselas a los revendedores”.

-Dentro del mercado mayorista ya existente, se aboga por la estabilidad de la venta de algunos productos claves para el desarrollo de los negocios. Obviamente, ello contribuiría a combatir el mercado negro, disminuir las ilegalidades, y bajar los precios de los servicios.

-¿Por qué el aporte que brindan los cuentapropistas a la Seguridad Social no cubre sus vacaciones ni el pago de certificados médicos?

-¿En qué se utiliza el por ciento del impuesto consignado para reparación y acondicionamiento de los lugares donde ejercen su labor, además del 1 % destinado al desarrollo local del municipio?

-Si se realiza un aporte al presupuesto del Estado, ¿por qué este no se encarga del pago de las licencias de maternidad de las trabajadoras del sector, así como proporcionar capacidades para círculos infantiles y seminternados como se hace con el sector estatal?

-¿Por qué algunos propietarios de restaurantes o cafeterías no dan derecho a vacaciones?

En este sentido, algunos propietarios están incumpliendo la Ley No. 116 del Código de Trabajo, que por vez primera contempla cabalmente al sector privado. ¿Están informados los jóvenes cuentapropistas contratados sobre sus derechos y deberes?

Algunos entrevistados revelaron que, por lo general, casi ninguno “tiene contrato escrito con sus empleadores”, sino que llegan a acuerdos verbales con el dueño del negocio.

También se mencionaron declaraciones sexistas dentro del sector, como las que describen ciertos anuncios en los restaurantes que sólo contratan a mujeres de buena presencia, con el propósito de atraer a clientes.

Los resultados de las reuniones y del estudio revelan inquietudes, sugerencias, desafíos, críticas y propuestas que resulta imprescindible tener en cuenta para que las nuevas formas de gestión sigan teniendo un peso significativo en el desarrollo económico y social de Cuba.

Algo importante es que las indagaciones no sólo mostraron el lado polémico que viven los jóvenes trabajadores del sector cuentapropista, sino también la de otros miles de cubanos de mayor edad que padecen idénticos problemas en el sector no estatal de la economía.

Hecho el estudio y recogidas las peticiones, esperemos que el próximo paso sea encontrar cauces de solución para el importante sector cuentapropista del país, auténtico motor ―junto al turismo― de la economía cubana en estos momentos.

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Judith Moris

Redactora en CiberCuba. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de La Habana, y Máster por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesora en la UH e investigadora en la UAB, y redactora/editora de la editorial Teide


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Judith Moris

Redactora en CiberCuba. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de La Habana, y Máster por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesora en la UH e investigadora en la UAB, y redactora/editora de la editorial Teide