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Desde hace ya más de cuatro meses los cubanos sufren las consecuencias de la falta de medicamentos en el país. Los enfermos de diabetes y de cáncer son algunos de los colectivos más afectados por la falta de suministro que vive el país, pero no han sido los únicos.
En la provincia de Sancti Spiritus, sin embargo, han empezado a recibirse algunos fármacos que hasta el momento estaban en falta como hipoglicemiantes, antihipertensivos, antiepilépticos o anticonceptivos orales, informó el medio local Escambray.
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Según la fuente, de los 80 inicialmente en falta aún se encuentran 69 medicamentos ausentes de las redes de distribución y expendio de medicinas. Sin embargo, productos como el Enalapril para la hipertensión arterial o el fármaco Metformina para los pacientes diabéticos ya se encuentran disponibles; indicó al citado medio la jefa de Sección del Grupo de Análisis y Planificación de Medicamentos y Farmacoepimiología de la Dirección Provincial de Salud, Lídice García Chang.
Las autoridades cubanas, por su parte, siguen insistiendo en que existe un medicamento disponible para cada grupo farmacológico, tanto en las oficinas de farmacia como en los hospitales. Este método conlleva, según explican, que ningún enfermo quede sin recibir tratamiento.
Sobre la crisis de los medicamentos en la isla el diario oficialista Granma publicó recientemente una entrevista con funcionarias del sistema de salud cubano, donde se aludía a la escasez de financiación -con los consiguientes retrasos en el pago a proveedores-, la complejdad del sistema de salud pública cubana y las restricciones que impone el bloqueo estadounidense como las principales causas de la falta de suministros.
La explicación oficial, sin embargo, no convence a los pacientes ni a los profesionales de la salud quienes denuncian la falta de información por parte de las autoridades, y exigen una explicación detallada del problema, así como un listado de faltas, sustitutivos y plazos previstos para que vuelvan a estar disponibles fármacos que ahora escasean.
Por otro lado, el problema está ocasionando que exista un mercado de reventa clandestina de medicamentos que encuentra su impulso en la crisis actual y la desesperación de los pacientes.
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