En el último mes, son varias las noticias que han generado expectativas en el área del trabajo por cuenta propia en Cuba. Todas ellas han llamado a inquietud y preocupación en una parte cada vez más amplia de la población cubana que está vinculada laboralmente al creciente sector no estatal en la Isla.
Primero fue la delicada decisión de paralizar la concesión de nuevas licencias ―amparados en el criterio del mal funcionamiento de algunos de los ya abiertos― luego la noticia fue que los cuentapropistas tendrían hasta noviembre para certificar los conocimientos de las labores que realizan
Sin embargo, una noticia publicada ayer por Radio Reloj, asegura que “desde el lunes 24 de octubre se reinició en La Habana el otorgamiento de licencias a trabajadores por cuenta propia para la apertura de restaurantes”.
Según informó Isabel Hamze ―Vicepresidenta del Consejo de la Administración Provincial― al citado medio de prensa, la suspensión fue temporal, sólo desde el 15 de septiembre hasta el 23 de octubre.
El propósito habría sido realizar un Control Especial a las paladares de La Habana, tras el cual de los 32 restaurantes inspeccionados “sólo se propuso retirar la licencia a uno y el resto continúa brindando sus servicios habituales”.
La funcionaria aseguró que los controles realizados sirvieron para alertar sobre determinadas cuestiones que afectan el buen desempeño de ese tipo de negocios.
Hamze reconocidió la importancia que reviste el trabajo por cuenta propia en el desarrollo de la economía cubana, “aunque consideró que puede aportar más y funcionar mejor”. Algo que también ha dejado en evidencia las reuniones que la UJC ha realizado con jóvenes cuentapropistas en las que han salido a la luz una multitud planteos, quejas y sugerencias.
Por otra parte, recalcó Hamze que el crecimiento de los negocios particulares no está limitado, pero insistió en que en “todos los casos deberá ajustarse al orden y normas morales de la sociedad cubana”. Es por ello que trimestralmente los negocios por cuenta propia continuarán recibiendo controles rutinarios con el fin de “velar por el cumplimiento de las normativas establecidas".
Debemos recordar que una de las ilegalidades detectadas con mayor frecuencia fue la de crear un “bar” bajo la fachada legal de un permiso-licencia de “paladar”.
Según destaca el periodista Fernando Ravsberg, “este problema podría solucionarse en breve. Fuentes de la administración pública revelaron oficiosamente a Cartas desde Cuba que muy pronto se autorizaría la entrega de licencias específicas para la apertura de bares”. Mientras tanto, al menos los cubanos saben que pueden seguir solicitando licencias para nuevas concesiones de paladares.
Sin embargo, en la difusión de esta noticia sobre la reapertura de la concesión de licencias, sorprenden al menos un par de cosas: ¿por qué si comenzaron a otorgarse nuevamente desde el pasado 24 de octubre, no ha sido hasta el 7 de noviembre en que una nota publicada en Radio Reloj ―y no en medios principales como Granma o Juventud Rebelde― que se hace público?
En todo caso, suspicacias aparte, la publicada por Radio Reloj es una muy buena noticia para el sector cuentapropista en la Isla. A respirar tranquilos, al menos por ahora.
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