Tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de este 8 de noviembre, ya se reportan varias protestas populares a lo largo y ancho de Estados Unidos.
En varias ciudades importantes como Nueva York, Texas, Pensilvania, Oregón, Chicago, Filadelfia, Seattle, Miami, Washington y California, los manifestantes han expresado su rechazo abierto a quien será el nuevo mandatario del país.
Se han quemado banderas, también piñatas con la figura de Trump y se reportan bloqueos de calles con cesto de basura incendiados.
“Fuck Trump”, o “Trump no es mi presidente” o “Tú no eres Estados Unidos, nosotros somos Estados Unidos”, eran algunas de las consignas de los manifestantes.
El discurso de Trump, al que han catalogado desde un inicio como xenófobo, misógino y de corte fascistoide, ha traído como consecuencia que varias organizaciones de Derechos Humanos, estudiantes de campus universitarios y ciudadanos anti sistemas tomen las calles desde bien temprano, anticipando lo que podría venir y confirmando la profunda polarización en que la sociedad estadounidense parece envuelta ahora mismo.
Cabe recordar que Hillary Clinton ganó el voto popular por una diferencia de más de doscientos mil sufragios, lo que significa que Trump, al igual que George W. Bush, en el año 2000, va a asumir la presidencia gracias al voto constitucional de los colegios electorales, pero no porque lo apoyen más ciudadanos que a sus rival directos, tal como ocurriría en un sistema de voto directo.
Otra rasgo significativo es que en las grandes ciudades el país, justamente en las que se protesta, el voto fue mayoritariamente demócrata.
Según varios reportes, las protestas se prolongaron hasta la madrugada, y aunque hubo intervención del orden, no se produjeron arrestos.
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