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En la noche de ayer, el escrutinio del voto de Florida fue uno de los momentos más esperados y también de los más tensos.
Tal como se esperaba, y como había arrojado el aumento de los niveles del registro electoral, los hispanos respondieron con un entusiasmo sin precedentes en las urnas.
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Muchos creyeron que el comportamiento de Donald Trump hacia las minorías le pasaría factura en Florida, y por eso los votantes demócratas se quedaron de piedra al comprobar que finalmente fueron a parar al magnate los 29 votos electorales del Estado.
El candidato republicano ganó en 58 de los 67 condados del Estado de Florida. El magnate se llevó el 49.2% del voto, y la demócrata Hillary Clinton un 47.7%.
Ello supone una diferencia de apenas 134,000 votos (1.5 puntos porcentuales). No obstante, los demócratas sufrieron un retroceso en Florida de más de 200,000 votos, en comparación con las elecciones de 2012.
Sin embargo, gráficos publicados por Univisión, arrojan que la victoria a Donald Trump se la dieron realmente los votantes blancos y relativamente viejos (62% del total), no los hispanos.
Solo en los condados de Lee, Brevard y Pasco, el Partido Republicano ganó más de 80,000 votos en relación con hace cuatro años.
Según el promedio de ocho de las encuestas publicadas entre el 25 de octubre y el 1 de noviembre, los votantes blancos apoyaban a Trump con el 53% de los votos.
Sin embargo, el día de las elecciones el apoyo de los votantes blancos se incrementó en 9 puntos porcentuales hasta alcanzar el 64%. Es decir, fallaron las encuestas.
Pese a ese comportamiento inesperado de los no hispanos, las encuestas a boca de urna confirmaron que los latinos sí votaron de la forma predicha: el 19% del voto total del Estado fue hispano y favoreció a Hillary Clinton, con el 62%.
Es decir, en Florida los hispanos no fallaron, fueron los "blancos norteamericanos" quienes sorprendieron, es lo que concluye el citado medio de prensa.
Esos condados que le dieron la victoria a Trump concentran votantes que son en un 78% blancos, comparado con un 64% a nivel estatal.
Además, en los condados que ganó el republicano, poco más de la mitad son mayores de 50 años, ello en un Estado con una edad media que ronda los 40.
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