"La economía cubana viene militarizándose desde la década de los 80"

Pese a que Cuba proyecta una imagen de un país abierto a la inversión extranjera en el sector turístico, los datos revelan que existe aún un fuerte control estatal en el sector

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Este artículo es de hace 8 años

El sector turístico cubano se ha convertido en uno de los principales motores de la economía del país como ha quedado corroborado en la Feria Internacional de La Habana, celebrada desde el 31 de octubre hasta el 4 de noviembre.

La directora de Negocios del Ministerio de Turismo (Mintur), Yuslenia Saumell, destacó que desde que entrara en vigor la ley 118 de Inversión Extranjera en 2014 se han aprobado 40 contratos de administración y comercialización hotelera con empresas extranjeras, fundamentalmente europeas.


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En este sentido, datos de finales de marzo revelan que entonces existían 76 contratos con 17 gerencias foráneas, lo cual representa el 60,5% del total de la capacidad de alojamiento del país.

En estos momentos se negocian además dos concesiones hoteleras a empresas extranjeras, una en la zona de El Salado, al oeste de La Habana, y otra en Punta Colorada, en Pinar del Río. Éste último, por su extensión, se convertirá en uno de los complejos más grandes de Latinoamérica.

Si nos fijamos en empresas mixtas, hasta marzo, un total de 27 operaban en el sector turístico del país. A estos datos, Saumell explicó que habría de añadirles también dos contratos con empresas mixtas para la construcción de campos de golf en distintas zonas del país.

Además, existen en el sector empresas turísticas mixtas dedicadas a la gestión de marinas a través de contratos de administración de servicios o empresas que se dedican a construir o reconstruir alojamientos.

Por otro lado, el Ministerio de Turismo confirmó que también se esta negociando con empresas para formar nuevas empresas mixtas.

Pese a que los datos oficiales muestran la radiografía de una país abierto a la inversión, otras fuentes revelan que esto es sólo una fachada y que la economía del país sigue controlada por el Estado.

Analizando los datos del sector turístico desde otra perspectiva llama la atención que de un total de 80 contratos de administración y gestión hotelera en el país 41 de ellos se encuentran en manos del Grupo Gaviota S.A, propiedad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias ( FAR).

De un total de 80 contratos de administración y gestión hotelera en el país 41 de ellos se encuentran en manos del Grupo Gaviota S.A, propiedad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias ( FAR)

Además de controlar el 50% de la oferta del país, los militares gestionan los hoteles de mejor calidad. De los 41 totales, 37 poseen la calificación de cinco estrellas y se encuentran ubicados en las mejores zonas de la Isla.

En total, el grupo Gaviota oferta 18.768 habitaciones frente a las 5.782 de Gran Caribe y a las 3,838 de Islazul, que dependen del Ministerio del Turismo. Por término medio, la noche en uno de los hoteles del grupo tiene un precio entre los 100 y 140 CUC.

El grupo Gaviota oferta 18.768 habitaciones frente a las 5.782 de Gran Caribe y a las 3,838 de Islazul, que dependen del Ministerio del Turismo

En opinión del académico del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional La Florida, Sebastián Arcos, los datos demuestran la militarización de la economía cubana desde la década 1980. El experto considera además que el gobierno de Raúl Casto responde “a sus propios intereses oligárquicos” y no a los intereses generales de la economía.

Arcos señala además que: “Estamos asistiendo a una piñata en cámara lenta que la Administración Obama está favoreciendo”.

Por su parte, Evernleny Pérez, uno de los defensores de las reformas raulistas, expulsado del Centro de Estudios de la Economía Cubana el pasado mes de abril cuestionó además la capacidad de la economía cubana para adaptarse a las necesidades de los inversores extranjeros. “Los extranjeros exhiben productos, pero los cubanos no tienen liquidez para comprarlos”, comentó el experto.

Los extranjeros exhiben productos, pero los cubanos no tienen liquidez para comprarlos

La inversión extranjera, un proceso lento

Por otra parte, Pérez señaló que en Cuba existen además otros frenos para la inversión extranjera como son la lentitud y complejidad burocrática o la escasez de materias primas, lo que implica el encarecimiento de la mano de obra.

Para ejemplificar estas trabas Everleny Pérez cita algunos proyectos que no llegaron a hacerse realidad como la fábrica de automóviles ligeros de Mariel, la cual, de haberse puesto en marcha habría permitido la fabricación de 10.000 equipos.

Para ambos expertos, el aumento de la inversión extranjera en el país pasa por soluciones muy distintas. Mientras para Arcos la solución pasa por acercarse al mercado estadounidense para Pérez “el país necesita regresar a la dinámica económica de cambios que supuso la llegada al poder de Raúl Castro”.

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