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México,(EFE).- El mexicano Carlos Hugo Contreras, quien fue deportado a los 15 días de ingresar ilegalmente en Estados Unidos, recomendó abstenerse de cruzar la frontera que separa México de Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales celebradas el pasado martes.
La incertidumbre se apoderó de los centros de acogida de migrantes ubicados en la frontera con los Estados Unidos. Es el miedo del giro en la dirección de las políticas migratorios de la administración Trump tras su inauguración prevista para el próximo 20 de enero.
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Carlos, natural del norteño estado de Durango, acaba de salir de uno de los centros de acogida en la Cuidad de Juárez y cree que cruzar otra vez la frontera estadounidense "sería más difícil con la victoria de Trump", ya que "va a reforzar la seguridad", añadió.
Tras ser detenido, tiene miedo de que lo vuelvan a detener ya que la segunda detención "sería durante más tiempo", contó.
"Me hacen sentir como un criminal sin serlo"
Explicó que durante la detención no sufrió abusos físicos, pero lamenta que a los migrantes los traten "como criminales (...) nos amarran de pies y manos unos con otros".
"Me hacen sentir como un criminal sin serlo", lamentó Carlos y recomendó a las personas que piensan en cruzar la línea fronteriza opten por quedarse y trabajar en México.
Durante los meses de campaña, Trump calificó de criminales a los migrantes mexicanos y expresó su deseo de deportar a millones de indocumentados y de edificar un muro a lo largo de los casi 3.200 kilómetros de frontera común con México.
La agencia de Aduana y Protección Fronteriza estimó que al menos unas 223.000 personas indocumentadas fueron detenidas cuando trataban de ingresar a suelo estadounidense entre octubre 2015 a mayo 2016.
La frontera México-Estados Unidos es el principal objetivo para los migrantes mexicanos y centroamericanos, principalmente, quienes van en busca oportunidades laborales.
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