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Misty Copeland, bailarina principal del American Ballet Theatre (ABT) de Estados Unidos, continúa su jornada en Cuba como embajadora cultural, al protagonizar esta semana varias clases en las sedes de las compañías Ballet Nacional de Cuba, Lizt Alfonso Dance y Acosta Dance, en La Habana.
La intérprete, conocida por ser la primera afrodescendiente en sumarse a las filas del ABT, se mezcló a la perfección con diferentes compañías danzarias cubanas, en especial con la de la bailarina flamenca Lizt Alfonso.
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Allí bailó a ritmo del estilo clásico español fusionado con sonidos de la isla, informó el portal digital CubaSí.
Otro punto importante en el itinerario de Copeland resultó la visita a Acosta Dance, una compañía muy joven, recién creada por el legendario bailarín cubano del Royal Ballet, Carlos Acosta.
Carlos, de 43 años y Misty, de 34, no solo tienen en común haberse impuesto a ciertos prejuicios racistas en el mundo de la danza clásica, sino que ambos también han compartido escenario como parte del conjunto del ABT.
Copeland recordó que en su país es inusual ver a una artista afronorteamericana bailar un papel relevante en una obra como El lago de los cisnes y, en ese sentido, se sabe privilegiada pues ha sido una de las pocas en lograrlo, destaca el sitio.
“La visita ha sido maravillosa para descubrir tantas personas que independientemente del color de su piel pueden interpretar papeles importantes en la danza”, acotó en otro momento a la estatal Prensa Latina.
La bailarina también impartió una clase magistral a estudiantes de 15 a 18 años de edad de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso, y visitó la sede de Danza Contemporánea de Cuba.
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