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Unos 732,4 millones de dólares fueron desviados del presupuesto para la construcción de una línea del metro en Río de Janeiro, proyectada con el objetivo de apoyar la movilidad durante las Olimpiadas, informó en un comunicado el Tribunal de Cuentas del Estado en Brasil (TCE)
La entidad judicial brasileña indicó al Estado que debe retener los pagos por 381,5 millones de dólares al consorcio que se adjudicó el contrato para construir la Línea 4 del metro, una obra que exigió seis años de trabajo y una inversión de unos 3 058,8 millones de dólares.
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El presidente del tribunal, Jonas Lopes de Carvalho dijo a EFE que la investigación constató “un gigantesco daño a los cofres públicos” y que el actual gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, así como su antecesor, Sergio Cabral, “tendrán que explicar por qué firmaron una serie de adiciones al contrato inicial que elevaron significativamente el valor de la obra”.
Odebrecht y Queiroz Galvao resurgen entre los nombres del referido consorcio, ambas ya condenadas por su responsabilidad en el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.
La línea, de 16 km y diseñada para conectar los barrios más turísticos de la ciudad con Barra de Tijuca, donde se levantó el Parque Olímpico, fue inaugurada pocas semanas antes de la apertura de los Juegos Olímpicos Río 2016.
El Tribunal de Cuentas envió los resultados de su auditoría a la Fiscalía para que determine responsabilidades y la posible apertura de un proceso penal, recoge la agencia.
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