Vídeos relacionados:
Colosales telas, acordes con los grandes espacios que suministra la Galería Orígenes, en combinación con acrílicos, lentejuelas, y metales, enriquecen la amalgama de materiales y colores que propone Moisés Finalé en su más reciente muestra personal Levitación, quizás un resumen de toda su obra.
Levitación logra revalidar el sueño y la quimera como combustibles para el acto creativo. Con maestría indudable, Finalé opta por las deidades desconocidas y ancestrales, por las máscaras africanas danzantes cubren todo el espacio como si quisieran salir buscando un norte lanzando a gritos el “misterio oficiado en la cabeza del artista, su verdadero taller”, refiere Rafael Acosta de Arriba, en las palabras al catálogo.
Lo más leído hoy:
Levitación reúne piezas de dos exposiciones anteriores: Turista cubano (2010), y Los silencios no existen (2015), aunque la mayor parte de las piezas fueron concebidas para esta ocasión, siempre en su línea de invitación al disfrute visual, formal, y también a compartir la lectura conceptual de muy diversos afluentes culturales.
De acuerdo con el ya citado Rafael Acosta de Arriba, “Moisés Finalé es un magister ludi consumado, sus operatorias van de lo mágico a lo místico y de aquí a lo intercultural, del buen hacedor de collages al autor de retablos o panteones preñados de encantamientos. (…) Sus cuadros no son nunca superficies inertes, son, todo lo contrario, espacios vivos, construidos por líneas e imágenes sutiles y poderosas que nos impresionan por su belleza, misterio y composición. Misterio oficiado en la cabeza del artista, su verdadero taller”.
Este pintor figurativo «que responde a tendencias y a movimientos pictóricos contemporáneos», como el mismo ha declarado, es una de las figuras esenciales en el l llamado «boom de los años 80», importante período de transición formal y conceptual que experimentó la plástica cubana. Nació en Cárdenas, Matanzas, en 1957, y se graduó en el Instituto Superior de Arte de La Habana en 1984.
A mediados de los ochenta, cuando apenas comenzaba a irrumpir en el paisaje artístico insular, el crítico Orlando Hernández afirmó que parecía que Finalé divisaba el mundo desde un carrusel a toda velocidad, que quitaba y ponía signos, manchas y trazos en sus cuadros por pura intuición.
Hoy, Finalé sigue siendo un renovador desde la coherencia y el incesante laboreo, y su obra conquista crecientemente el interés de los públicos y de la crítica en cualquier escenario artístico del orbe.
La Levitación de Finalé estará disponible para el público hasta el 18 de diciembre, en la galería Orígenes del Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”, un espacio vinculado al Fondo Cubano de Bienes Culturales.
Archivado en: