Vídeos relacionados:
Fundada hace treinta diciembres, gracias al empeño de los fundadores del movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, como el argentino Fernando Birri, y el cubano Julio García Espinosa, la Escuela Internacional de Cine y TV, de San Antonio de los Baños, será homenajeada no solo con el Coral de Honor, sino también mediante la presentación de treinta cortometrajes realizados por estudiantes y egresados de la Escuela.
Entre estos cortos, se cuentan algunos de los mejores realizados en Cuba, y por realizadores de la Isla, en los últimos treinta años, como Oscuros rinocerontes enjaulados (muy a la moda) (1991, Juan Carlos Cremata); Talco para lo negro (1992, Arturo Sotto), La maldita circunstancia (2002, Eduardo Eimil); La Marea (2009, Armando Capó), Oslo (2012, Luis Ernesto Doñas) y Abecé (2013, Diana Montero), entre otros.
Lo más leído hoy:
Una exposición fotográfica va a ser inaugurada, el día 9, en el túnel del Pabellón Cuba y las celebraciones finalizarán el 15, día del aniversario. Además, se presentarán los números 51, 52 y 53 de la revista Enfoco —creada en la EICTV y que profundiza conceptualmente en la realización audiovisual—, el e-book de memorias de Fernando Birri ¡Larga vida a la utopía del ojo y la oreja!, así como un DVD con obras de la escuela en las cuales él participó como actor.
A pesar de ser apoyada todo el tiempo por el Estado cubano, la Escuela siempre generó trabajos muy críticos y cuestionadores de la realidad contemporánea en Cuba, de modo que la institución casi siempre estuvo amenazada por el aislamiento, la endogamia, el artificio y la amnesia. De todos modos, ese proyecto conocido mundialmente como la Escuela Internacional de Cine y TV, en San Antonio de los Baños, celebra ahora el cumplimiento de un sueño para la generación de creadores del Nuevo Cine Latinoamericano.
Debe decirse que desde hace diez o quince años, el proyecto ha tenido que replantear términos como Novedad y Ruptura ante la imposibilidad perentoria de atrapar la cada vez más esquiva originalidad. Hoy por hoy, el cine y la televisión han terminado siendo grandes islas dentro del profuso archipiélago audiovisual, de modo que cada vez resulta menos pertinente continuar aferrados a ciertas modalidades sesenteras propugnadas por el cine de autor y el creador de vanguardia.
A pesar de la contradicción siempre convencionalismo y experimentación, miles de cortos y mediometrajes creados por los estudiantes han triunfado en Cuba y el extranjero, de modo que nadie podrá negar la contribución de los egresados a las cinematografías de sus países de origen, incluso en Cuba, donde se cuentan por decenas los egresados talentosos.
Este texto está ilustrado con una foto del filme Nada, primer largometraje de ficción del egresado de la EICTV Juan Carlos Cremata.
Archivado en: