Suspenden las obras de la constructora Odebrecht en Cuba

La empresa brasileña, acusada de participar en una trama de sobornos a políticos, es la responsable de la modernización del megapuerto del Mariel.

Terminal de contenedores de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel © Martí Noticias
Terminal de contenedores de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel Foto © Martí Noticias

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Este artículo es de hace 8 años

Las consecuencias de la corrupción de Brasil dejarán a Cuba y a otros cinco países latinoamericanos con proyectos y construcciones a mitad hacer después que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) haya suspendido la financiación de 3.600 millones de dólares.

Con este fondo se debía poner en marcha hasta 16 obras en distintos puntos de Latinoamérica, entre las cuales se encuentra la de la constructora brasileña Odebrecht en el megapuerto del Mariel.


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En este sentido hace unos meses la institución bancaria estatal ya dio el primer paso al paralizar los préstamos para la modernización del recinto portuario cubano por la vinculación de la compañía carioca con la operación "Lava Jato", que investiga desde hace más de dos años la trama de corrupción más grande de la historia de Brasil.

La suspensión llega después de las denuncias contra las empresas implicadas en la red corrupta, entre las que se encuentran las principales constructoras del país.

Esos proyectos de infraestructura se iban a realizar en Argentina, Venezuela, Cuba, República Dominicana, Guatemala y Honduras, de acuerdo a las investigaciones del Grupo de Diarios América (GDA), que está formado por 11 de los diarios más relevantes de la región.

Constructoras acusadas de sobornar a cambio de contratos públicos

Las obras en cuestión estaban en manos de las constructoras Odebrecht, Andrade Gutiérrez, Camargo Corrêa, Queiroz Galvão y OAS, las cinco investigadas por la "Lava Jato" (lavadero de autos) por su implicación en un macroesquema de pago de sobornos a políticos cambio de la obtención de contratos y otros favores.

Esas construcciones suman en total 5.700 millones de dólares, lo que representa el 58% del valor destinado por el banco de fomento de Brasil para financiar servicios de ingeniería en la región entre 2003 y 2015.

Venezuela es el país más afectado, pues se tendrán que renegociar cinco proyectos, entre los que se encuentran la expansión del metro de Caracas, cuyas obras recibieron 1.280 millones de dólares del BNDES, y del astillero Astialba, destino a fabricar barcos petroleros para la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

El banco de fomento analiza seis proyectos en la República Dominicana, el segundo más afectado, de obras viales, proyectos de riego y también el de la termoeléctrica de Punta Catalina, con un costo previsto de 656 millones de dólares.

No obstante, el BNDES, ya anunció el pasado 11 de octubre la suspensión del pago de cuotas de préstamos concedidos a las constructoras investigadas por corrupción y se reservó el derecho de cancelar los contratos unilateralmente si se hallan irregularidades.

En total, la cartera de préstamos del banco de fomento de Brasil en el extranjero suma 47 proyectos por un valor de 13.500 millones de dólares, la mayoría en América Latina.

Tras más de dos años de investigación, la Lava Jato ha detenido a decenas de personas, en su mayoría altos ejecutivos de empresas constructoras, así como directivos de Petrobras, la petrolera estatal eje de la trama, y varios políticos.

En el transcurso de la operación, se destapó la red de corrupción en Petrobras que reveló innumerables problemas financieros relacionados con desvío de fondos, además de provocar un terremoto político, que ha salpicado a figuras cercanas de los Gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff y Michel Temer.

Sobre el dinero presuntamente desviado, la Fiscalía calcula que la cantidad total entre 2004 y 2012 asciende a 8.000 millones de dólares, en el mayor escándalo de corrupción de la democracia brasileña.

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