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La historia del cine como espectáculo comenzó en París, el 28 de diciembre de 1895, y para celebrar esa fecha, cada fin de año la Cinemateca de Cuba organiza un ciclo con películas muy significativas que rindan homenaje a la evolución del lenguaje cinematográfico a través de los diversos movimientos cinematográficos y cinematografías nacionales.
En su sede de 23 y 12, la Cinemateca de Cuba presenta el ciclo El cine dentro del cine, que estará en cartelera hasta el próximo 31 de diciembre y repondrá algunas de las más reconocidas cintas, sobre todo norteamericanas, que colocan al séptimo arte como tema.
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Para hoy, 25 de diciembre, se programa Cantando bajo la lluvia (Singin’ in the Rain, 1952, de Gene Kelly y Stanley Donen) considerado por muchos críticos el mejor filme musical de todos los tiempos. El filme se concentra en el momento de la transición del cine mudo al sonoro, y cómo tales cambios repercuten en las carreras de varios actores y actrices, con muy diversas disposiciones para enfrentarse al micrófono.
El miércoles 28 llega S.O.B. (1981), en la cual Blake Edwards completa otra de sus comedias negras o absurdas sobre un famoso y rico productor de Hollywood, Felix Farmer, casado con una estrella. De pronto, su vida se desploma ante el estruendoso fracaso en taquilla de la película más cara de su carrera. Farmer queda muy afectado y aparentemente pierde la cordura, pero un día se percata de lo que podría mejorar el destino de su película al introducir abundantes escenas de sexo.
Tal vez la mayor crítica, y parodia, de los modos en que funciona Hollywood, aparecen en El pez gordo (The Player, 1994) que significó el renacimiento de Robert Altman como uno de los autores más relevantes del cine norteamericano. El protagonista es también productor de Hollywood, Griffin Mill, quien recibe cartas amenazadoras que le envía un guionista, cuyo proyecto rechazó.
El viernes 30, la Cinemateca acoge el filme español El viaje a ninguna parte (1986, Fernando Fernán Gómez) que rinde homenaje a los actores y los actrices, llamados cómicos, que dedican su vida a la representación, entre amores y rencores, separaciones dolorosas y encuentros felices, los problemas económicos y familiares, el hambre y la lejana posibilidad del éxito. La cinta recibió dos premios Goya a la mejor película y a la mejor dirección.
Para concluir el ciclo, el sábado 31 le toca el turno a otro clásico norteamericano, El gran cuchillo, o Intimidad de una estrella (The Big Knife, 1955, Robert Aldrich) que se acerca a la historia de un actor de Hollywood muy exigente consigo mismo, insatisfecho de sus últimas interpretaciones, y entonces un productor le hace una tentadora oferta que él rechaza. El productor lo chantajea, y lo amenaza con revelar hechos de su pasado que empañarían su prestigio.
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