El todavía presidente norteamericano, Barack Obama, ha firmado un decreto que supone la imposición de nuevas sanciones contra Rusia, consecuencia directa de la presunta injerencia del Gobierno ruso en las elecciones norteamericanas del pasado 8 de noviembre.
La información recién ha sido revelada por La Casa Blanca. A la espera de más detalles, de momento, Reuters indida que estas nuevas medidas afectarán a seis personas y a tres empresas "que suministraron apoyo material a las operaciones cibernéticas del GRU", de acuerdo con la información brindada por Departamento del Tesoro norteamericano.
Entre los afectados se encuentran dos agencias de inteligencia rusas: el Servicio Federal de Seguridad (FSB) y el Departamento Central de Inteligencia (GRU).
De las seis personas implicadas, cuatro pertenecen al Departamento Central de Inteligencia. A los otros dos se les acusa "de usar medios cibernéticos para apropiarse de fondos e información personal de otras personas".
Interrogado recientemente el presidente electo, Donald Trump, sobre si EE.UU. debería imponer sanciones contra Rusia por su presunta implicación en las elecciones, Trump indicó que el país debería "seguir adelante" con sus propios asuntos, y remató: "Creo que los ordenadores han complicado la vida en gran medida. La era de los ordenadores ha llevado a que ahora nadie sepa con exactitud qué está ocurriendo".
Hoy mismo, el portavoz del equipo de transición de Donald Trump, Sean Spicer, retó a la administración Obama a que muestre pruebas claras de que sí hubo interferencia rusa en las elecciones norteamericanas.
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