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Timothy y Sarah Johnson decidieron no llevar a su hijo Seth al hospital porque tenían “problemas” con los médicos.
Según la citación judicial, la pareja relató que dos semanas antes de su muerte el menor tenía problemas de salud que ellos mismos, sin acudir al médico, diagnosticaron como “un trastorno de estrés postraumático y una lesión cerebral”.
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El hijo mayor de pareja, de 16 años, estuvo cuidando a su hermano de siete durante todo el fin de semana mientras sus padres asistían a una boda en otra ciudad.
El adolescente al ver que el estado de salud de su hermano empeoraba llamó por teléfono a sus padres. Pese a la llamada, los padres no volvieron en ese momento al domicilio familiar ni avisaron a los servicios de urgencia.
Cuando Timothy y Sarah volvieron a casa, rezaron por la salud de Seth, lo bañaron y lo acostaron.
Finalmente, el niño murió a causa de una pancreatitis y una sepsis. Los médicos diagnosticaron al pequeño también alcoholismo fetal.
Los padres han sido acusados de negligencia y deberán comparecer ante las autoridades.
En este sentido, el fiscal del condado de Hennepin, Mike Freeman, declaró al diario The Independent: “No podemos comprender cómo los padres dejaron a un niño enfermo de 7 años de edad al cuidado de un joven de 16 para irse lejos durante todo un fin de semana”
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