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Miami (EFE).- La decisión de Barack Obama de poner fin a la política "pies secos/pies mojados" en los estertores de su mandato ha causado especial sorpresa en los cubanos residentes en Miami, muchos de ellos beneficiados por esta extinta ley.
"Se terminó la última esperanza para el balsero", señaló a Efe Hugo Landa, director del portal digital Cubanet.org, editado en Miami y quien llegó a esta ciudad del sur de Florida (EE.UU.) precisamente durante el éxodo masivo de Mariel de 1980.
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"Es terrible para el que vive en Cuba, pero al mismo tiempo esta medida podría ayudar a resolver los problemas adentro, porque los problemas de Cuba hay que resolverlos allí", comentó Landa, poco después de anunciarse la derogación del memorando firmado entre el presidente de EE.UU. de ese entonces, Bill Clinton, y Fidel Castro.
Todavía restan por ver los pormenores del anuncio de hoy, que también incluyó la eliminación de un programa de alivio migratorio que permitía solicitar asilo a profesionales médicos cubanos que abandonaran sus brigadas internacionales o que cursaran estudios en el exterior.
El editor de 64 años se pregunta cómo caerá esta noticia en la isla, en donde ahora quedan como únicas posibilidades el plan "de las 20.000 visas que Estados Unidos otorga anualmente a los cubanos para emigrar o la posibilidad de obtener un visado de turismo y luego quedarse para al cabo de un año aplicar a la Ley de Ajuste Cubano" de 1966.
Este anuncio no solo afecta a los balseros que zarpan rumbo a las costas de Estados Unidos, sino también a los miles de cubanos que buscan alcanzar suelo estadounidense a través de la frontera con México, procedentes en su gran mayoría de Ecuador.
Uno de esos cubanos emigrantes que llegó por esta vía es Yasmel Acosta Varela, un enfermero que este mes cumple 44 años de edad y quien ingresó a Estados Unidos el pasado 23 de diciembre a través de la frontera sur tras hacer la ruta terrestre.
"Presentí algo y agilicé lo más que pude mi entrada aquí para pasar el fin de año en Estados Unidos", relata Acosta vía telefónica desde el estado de Kentucky.
Acosta, un profesional de salud que en Cuba ganaba cerca de 20 dólares al mes, señaló que abandonó su país en pos de un futuro mejor para él y para su familia.
Estima que aun son miles los cubanos que se encuentran en ruta hacia Estados Unidos, atravesando varios países de Latinoamérica con la ilusión de llegar a la frontera de Estados Unidos con México.
Desde Cuba, la disidente Ailer González Mena, que forma parte del grupo Estado de Sats, señaló a Efe que ya era hora de que se eliminaran los beneficios migratorios para los cubanos contenidos en esa política.
"Es un tema sentimental para los cubanos, pero ha habido demasiado abuso y el régimen ha utilizado esta ley como válvula de presión silenciosa y para colar a miles de agentes", dijo la opositora a través de una conexión por internet.
Agregó que son varias las denuncias de represores en la isla vistos luego residiendo en EE.UU. al amparo de la política eliminada hoy.
"Los cubanos tienen que aprender a luchar por sus libertades", manifestó la opositora.
La política de "pies secos/pies mojados" daba a los cubanos, desde 1995 y hasta hoy, la posibilidad de obtener la residencia permanente un año después de llegar a Estados Unidos, incluso si lo hacían ilegalmente, siempre que no fueran interceptados en el mar.
El presidente Barack Obama anunció el fin de esta política, con efecto inmediato, de forma que los cubanos que no califiquen para obtener ayuda humanitaria serán objeto de deportación, en concordancia con las actuales leyes del país.
Obama consideró que la política de "pies secos/pies mojados" pertenece a "otra era" y su fin contribuirá a normalizar las relaciones entre La Habana y Washington.
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