Los cambios en la política migratoria de los Estados Unidos hacia Cuba estaban cantados desde que los viejos enemigos de la Guerra Fría emprendieran el camino de la normalización de sus relaciones bilaterales hace dos años.
No pocos cubanos se llevaron la seña y decidieron partir antes de que se cerraran a cal y canto las puertas del sueño norteamericano, las mismas que estuvieron abiertas para todos aquellos en la Isla dispuestos a arriesgar sus vidas en el mar o en peligrosas travesías por tierra a lo largo de América Latina.
Una noticia que afecta los planes de decenas de miles de personas y que tiene el potencial de desatar una avalancha humana, no se anuncia con antelación. De ahí que el mundo conoció del fin de los privilegios migratorios de los cubanos en Estados Unidos en el mismo momento que llegaban a su fin, ocho días antes de la salida de Barack Obama y la llegada a la Casa Blanca del magnate republicano Donald Trump.
Aunque cualquier cambio en las relaciones entre La Habana y Washington pasa por una maraña de legislaciones que se superponen , el giro en este caso es de 180 grados. Muchos aspectos de la política anterior cambian mientras otros, como la Ley de Ajuste Cubano de 1966, permanecen inmutables.
LO QUE CAMBIA
1. Se elimina la política de pies secos-pies mojados
La derogación de la política de pies secos-pies mojados, establecida en 1995 por el presidente demócrata Bill Clinton, es el fin de una época marcada por las esperanzas de millones de personas que decidieron abrirse camino en Estados Unidos, pero también por muerte y dolor en el Estrecho de la Florida.
El concepto de pies mojados se refería aquellos balseros interceptados en el mar que eran devueltos a Cuba en un procedimiento expedito entre los guardacostas de ambos países.
En cambio, los pies secos son aquellos que llegan a territorio estadounidense por cualquier vía y sin importar el medio utilizado. El procedimiento estándar hasta este martes era facilitar los trámites de Parole (entrada bajo palabra) para garantizar a todos su acceso a la Ley de Ajuste.
Desde la tarde de este jueves, los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional tienen orientaciones totalmente distintas. Será casi imposible para quien no entre con la visa correspondiente acceder a los beneficios de la Ley de Ajuste Cubano.
2. Los cubanos lleguen a territorio de Estados Unidos no tienen garantizado poder quedarse
Llegar a territorio norteamericano ya no es una garantía de acceso. El Departamento de Seguridad Nacional, según la hoja informativa que publicó respecto a los cambios de políticas hacia Cuba, activó todos los procedimientos para las deportaciones expeditas de los ciudadanos de la isla que lleguen en situación irregular a cualquier puerto de entrada de los Estados Unidos. Durante más de medio siglo, los oficiales de aduanas tuvieron indicaciones precisas para no utilizar dichos mecanismos en el caso de los cubanos.
3. No habrá un trato preferencial a los cubanos
Uno de los aspectos singulares de la combinación de la Ley de Ajuste Cubano y la política de pies secos-pies mojados era que otorgaba a los cubanos un status de supermigrantes.
Según el propio presidente Obama, eso acabó el 12 de enero: “Al tomar esta medida tratamos a los migrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”.
La sensación que deja es agridulce. Por un lado, es cierto que la singularidad en el tratamiento era el incentivo a la migración ilegal y la consecuente desestabilización interna de Cuba. Pero por otro, las condiciones que recibían los cubanos eran dignas en relación con las vejaciones a las que son sometidos los del resto de las naciones subdesarrolladas.
4. Comenzarán las deportaciones o devoluciones desde territorio estadounidense
La ausencia de relaciones diplomáticas, así como el hecho de que Estados Unidos utilizó por mucho tiempo su política migratoria como un arma contra la Revolución, condicionó el hecho de que no existiesen mecanismos para la devolución de cubanos desde territorio estadounidense, más allá de los establecidos para el retorno de los balseros capturados en alta mar.
La Declaración Conjunta establece que Estados Unidos devolverá a “todos” los ciudadanos cubanos que a partir de la tarde de este jueves sean detectados tratando de entrar o permanecer irregularmente en territorio de ese país violando sus leyes. Los mecanismos para lograr ese objetivo están por estrenarse.
Obama incluyó un aparte para casos de “auxilio humanitario”, pero los diplomáticos cubanos fueron enfáticos en el hecho de que el acuerdo incluye “todos” los que estén en situación irregular.
5.Cuba aceptará a algunos excluibles
Desde la época del Mariel en 1980, se viene discutiendo sobre la devolución de personas que los norteamericanos consideran inadmisibles por haber cometido delitos graves que los inhabilitan para acceder a la residencia o ciudadanía en Estados Unidos.
Ahora La Habana y Washington parecen haber desempolvado una vieja lista de 2746 personas que data de la época y que está llena de “vacantes” por fallecimiento o individuos de edad avanzada que no se pueden movilizar.
De ahí que se haya acordado actualizar la lista para incluir nombres nuevos y llegar a la famosa cifra de 2746.
Cuba decidirá caso por caso la devolución de otros ciudadanos cubanos que se quiera devolver con efecto retroactivo a la firma del documento.
6. Miles de personas quedaron varadas camino a Estados Unidos
La Agencia Francesa de Prensa reportaba este jueves que decenas de migrantes cubanos irregulares se aglomeraron a la entrada de un albergue en Panamá para decidir los próximos pasos a tomar en su ruta hacia Estados Unidos. Algunas de las frases que recoge la nota son “Obama nos jodió” y “aquí nos quedaremos a esperar a Trump”.
Es de esperar que estas noticias se repitan en las próximas semanas. Resulta difícil calcular el número exacto de personas que transitan en este momento la ruta hacia Estados Unidos desde la Isla, pero las cifras se calculan en miles.
Tampoco se puede descartar que, como ocurrió el pasado año, ciertas aglomeraciones de cubanos en determinados países provoquen crisis locales.
7. Se elimina el programa de Parole para Profesionales médicos cubanos
Esta política incitó a personal cubano de la salud que colabora en terceros países a abandonar sus misiones y emigrar a los Estados Unidos y dañó los programas de cooperación médica internacional de Cuba.
Establecido durante el gobierno de George W. Bush, muchos se preguntaban que hacía en pie una política así mientras ambos países colaboraban en África occidental para combatir el Ébola. “Estados Unidos y Cuba están trabajando juntos para combatir enfermedades que ponen en peligro la salud y las vidas de nuestros pueblos. Al dar tratamiento preferencial al personal médico cubano, el programa condicional para los médicos contradice esos esfuerzos, y arriesga causar daño al pueblo cubano”, refirió el propio Obama.
LO QUE SE MANTIENE
1.Los cambios en la política migratoria cubana
Tanto la declaración del Gobierno Revolucionario como los diplomáticos ratificaron que Cuba continuará garantizando el derecho a viajar y migrar de sus ciudadanos , así como de regresar al país, de acuerdo con los requerimientos de la ley.
La actualización de la política migratoria del 14 de enero de 2013 fue un paso trascendental que puso al país en mejores condiciones de afrontar cualquier tipo de contingencia. Y, sobre todo, puso los derechos inalienables de las personas por encima de las necesidades políticas.
Se anuncia ahora que el país adoptará paulatinamente otras medidas para actualizar la política migratoria vigente y ajustarla a las condiciones del presente y del futuro.
Entre otros aspectos, los cubanos todavía están limitados en el uso de embarcaciones para la entrada y salida del país. Esa legislación, prolongada por demasiado tiempo y que provoca no pocos disgustos al interior del país, podría ser derogada en las condiciones actuales, por solo mencionar un ejemplo.
2. La interceptación de los balseros
Otro aspecto que no se verá afectado por el presente acuerdo es la interceptación de balseros en cualquier etapa del trayecto por el Estrecho de la Florida.
Según datos de la Guardia Costera de los Estados Unidos, en el año fiscal 2016 el número de interceptados fue de 7 411, comparado con 4 473 en el 2015.
3. Un intenso flujo migratorio hacia Estados Unidos
Según cifras del gobierno estadounidense, desde el 2012, más de 120 mil cubanos se presentaron en las fronteras norteamericanas para solicitar asilo. La cifra es similar a los que salieron por el Puerto del Mariel en el año 1980 desatando un conflicto internacional.
Dado que el resto de las naciones del Caribe también son emisoras de migrantes ilegales hacia el norte, lo más probable es que el flujo de cubanos se reduzca en las nuevas condiciones, pero continúe siendo intenso.
4.Los acuerdos migratorios anteriores
Los acuerdos migratorios que se mantienen en vigor entre Cuba y Estados Unidos fueron firmados tras las últimas dos crisis migratorias, la del Mariel y la de los Balseros en 1994. En ellos las dos partes se comprometen a trabajar por una migración «legal, ordenada y segura». Estos permanecen en vigor.
5. La embajada de Estados Unidos seguirá otorgando 20 mil visas de migrantes al año
Ese el número de visas que recogen los acuerdos migratorios anteriores y la parte estadounidense se comprometió a seguirlo cumpliendo.
Lo que no está claro aún es si aumentarán el número de visado por motivos de turismo e intercambios educativos o científicos a partir del fin de los privilegios anteriores.
6. El programa de Parole para Reunificación Familiar
Según las regulaciones del Departamento de Seguridad Nacional, se mantiene en pie el programa que beneficia con un Parole de entrada a los Estados Unidos a las personas que están en trámites para recibir una visa de reunificación familiar, de tal manera que la puedan esperar en territorio norteamericano y no en la Isla.
7. La Ley de Ajuste Cubano
Un elemento clave es que se mantiene en pleno vigor la Ley de Ajuste Cubano de 1966, el núcleo duro de la política migratoria de los Estados Unidos hacia la mayor de las Antillas.
Cuba sostiene que que para ser consecuentes con la letra y el espíritu del acuerdo actual y alcanzar relaciones migratorias normales, será necesario también que el Congreso estadounidense la derogue.
Si bien la política de pies secos-pies mojados depende por entero del presidente y su eliminación no conllevó ningún trámite en el legislativo, la Casa Blanca no tiene igual potestad en el caso de la Ley de Ajuste Cubano, cuya transformación queda en manos de los congresistas.
Según todo parece indicar, el plan de Obama fue blindar la ley para que muchas menos personas estuvieran en condiciones de acceder a ella. La política de pies secos-pies mojados era la puerta de entrada y lo que que hizo el presidente fue cerrarla bajo cuatro llaves.
Trump asume la presidencia el próximo 20 de enero y durante su administración se dará continuidad o vuelta atrás a los cambios promovidos por Obama. El camino que tomará es una pregunta que tiene en vilo a muchos. Pero de acuerdo con el historial del magnate republicano respecto a los inmigrantes, resulta difícil creer que le pueda molestar el fin de los privilegios de los cubanos.
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