La etapa de oro de la migración cubana llega a su fin

El deshielo iniciado en diciembre de 2014 ya hacía prever el fin de las facilidades migratorias.

Embarcación de balseros cubanos a punto de naufragar © pensandoamericas.com
Embarcación de balseros cubanos a punto de naufragar Foto © pensandoamericas.com

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Este artículo es de hace 7 años

Barack Obama ha esperado al tiempo de descuento de su mandato para certificar el fin de la etapa más dorada del exilio cubano. La supresión de la política de "pies secos, pies mojados" equipara a los migrantes cubanos a los indocumentados de Honduras, El Salvador o Guatemala.

La decisión, anunciada el pasado jueves, hace necesario reflexionar sobre cuál es la situación en la que quedan los ciudadanos que quieren salir de la mayor de las Antillas. Por el momento, cualquier cubano que llegue a territorio estadounidense deberá probar que es un perseguido político.


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Hasta hace unos días los cubanos que llegaban a tierras norteamericanas recibían de forma automática un visado que, transcurridos 366 días, les permitía pedir permiso de trabajo y residencia. El riesgo de repatriación llegaba si eran interceptados en el mar.

El deshielo despertó los primeros temores

Desde la mayor de las Antillas esta situación se veía venir desde diciembre de 2014, momento en que Washington y La Habana recuperaron las relaciones diplomáticas.

Así lo indican las cifras reportadas por 'El Mundo' ya que en 2014 se marcharon de Cuba hasta 24.278 personas con dirección a suelo estadounidense. Una cantidad que creció en 2015 y 2016, cuando emigraron 43.159 y 46.635 cubanos, respectivamente.

Con el nuevo escenario dictado por el dirigente afroamericano las opciones legales de los migrantes cubanos quedan reducidas a solicitar el estatuto de refugiado político. El principal escollo es que el Gobierno de EEUU acumula un sinfín de peticiones de este tipo, lo que deriva en una demora de meses.

El muro de Trump, nuevo obstáculo

Al final de esta política, basada en la Ley de Ajuste Cubano de 1966, hay que sumar la intención de Donald Trump de levantar un muro en el territorio fronterizo con México y poner en marcha una dura política migratoria.

Pese a todo en el tema cubano el electo presidente sigue guardando silencio, a pesar de las informaciones que apuntaban a un apoyo hacia la política de "pies secos, pies mojados".

Una postura que contrasta con la alegría de la prensa oficialista cubana. "Un importante paso en el avance de las relaciones bilaterales con el que se garantiza una migración regular, segura y ordenada", resumía el diario 'Granma' al hacerse eco de la medida de Obama.

De esta forma se pone fin a la etapa de oro del exilio cubano, el cual fue durante muchos años pieza angular del discurso de Fidel Castro para justificar los problemas sociales y económicos de Cuba.

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Jose Nacher

Periodista de CiberCuba. Licenciado en Periodismo por la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, España. Redactor en Siglo XXI, Agencia EFE, Las Provincias y El Mundo.


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Periodista de CiberCuba. Licenciado en Periodismo por la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, España. Redactor en Siglo XXI, Agencia EFE, Las Provincias y El Mundo.