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La Habana, 16 ene (EFE).- Tras la "sorpresiva" eliminación de la política "Pies secos, pies mojados", la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba ha pedido a las autoridades de los países implicados una solución para los migrantes cubanos que han quedado varados en algún punto en su tránsito hacia Estados Unidos.
"Los obispos cubanos queremos manifestar nuestra preocupación por los numerosos compatriotas que se encuentran en terceros países y que, ahora mismo, están enfrentando un presente inesperado y un futuro incierto", indicaron un comunicado publicado este fin de semana en su página web.
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Desde la Conferencia Episcopal solicitaron a las "autoridades e instituciones" de los países implicados que busquen "caminos de solución conforme a la justicia teniendo en cuenta la misericordia, para los que se encuentran en esta crítica situación".
Los obispos destacan "el drama humano" que hay detrás de todos esos casos, ya que muchos "hicieron grandes sacrificios con el propósito de emigrar a los Estados Unidos, confiados en las normas migratorias que los amparaban".
En muchos casos, las personas que deciden marcharse de Cuba para tratar de ingresar a EE.UU. venden su casa y todas sus posesiones para costearse el largo y duro trayecto.
El pasado jueves, una semana antes del fin de su mandato, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la derogación de esa política, que permitía quedarse legalmente a los cubanos indocumentados que tocaban suelo estadounidense y que, tras un año de estancia, obtenían residencia permanente acogiéndose a la Ley de Ajuste de 1966.
La decisión era una de las exigencias del Gobierno cubano para poder avanzar en la normalización de relaciones diplomáticas con EE.UU., un proceso que la Iglesia católica cubana ha apoyado desde el principio.
A continuación transcribimos, íntegramente, el documento.
COMUNICADO DE PRENSA
Ante la nueva situación que se ha creado debido a la sorpresiva derogación, por parte del gobierno norteamericano, de la normativa conocida como ¨pies secos y pies mojados¨, los obispos cubanos queremos manifestar nuestra preocupación por los numerosos compatriotas que se encuentran en terceros países y que, ahora mismo, están enfrentando un presente inesperado y un futuro incierto.
Somos conscientes del drama humano que afecta a tantas personas y familias, algunas de ellas hicieron grandes sacrificios con el propósito de emigrar a los Estados Unidos, confiados en las normas migratorias que los amparaban.
A la vez que apreciamos el proceso que se está siguiendo en orden a una mejor relación entre los gobiernos de Cuba y de los Estados Unidos, hacemos votos para que las autoridades y las instituciones de los distintos países implicados, busquen caminos de solución conforme a la justicia teniendo en cuenta la misericordia, para los que se encuentran en esta crítica situación.
Oramos a la Virgen de la Caridad, Madre y Patrona de todos los cubanos, que Ella nos anime y nos una en la búsqueda del bien de cada uno de sus hijos.
La Habana, 14 de enero de 2017
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