Vídeos relacionados:
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha llevado a cabo este martes 24 de enero una medida que dará mucho de qué hablar: ha prohibido a los trabajadores de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, en inglés) que informen de sus avances a la prensa o que, simplemente, actualicen las redes sociales de esa institución.
Al mismo tiempo, Trump habría tomado la decisión de congelar, a la Agencia de Protección Medioambiental, sus contratos y subvenciones.
Lo más leído hoy:
Una de las directrices internas, que se ha filtrado a los medios, dice lo siguiente:
“La nueva Administración de la EPA ha pedido que todos los contratos y las concesiones sean suspendidos temporalmente, con efecto inmediato. Hasta que recibamos más aclaraciones, esto incluye órdenes de trabajo y asignaciones de trabajo”.
A ello se suma que a los empleados se les ha prohibido proporcionar actualizaciones a los periodistas o en las redes sociales.
Ningún comunicado de prensa deberá salir a audiencias externas, no habrá "mensajes de blog" y las solicitudes de medios serán examinadas cuidadosamente.
Aunque se sabía del rechazo de Donald Trump hacia el cuidado medioambiental, tal vez no se previó que tan pronto tomaría medidas de esta naturaleza.
Cuando era candidato a la presidencia, se le escuchó decir, en varias ocasiones, que el cambio climático era “un engaño”.
Tanto así, que una vez que alcanzó la presidencia, nominó para dirigir la EPA a un "negacionista" del Cambio Climático: el fiscal general de Oklahoma, Scott Pruitt, cuya confirmación está pendiente del Senado.
Aunque no se conoce el alcance de las medidas de hoy, es de suponer que afectarán notablemente a la EPA.
A ello se suma que muchos ciudadanos norteamericanos, y en todo el mundo, seguramente considerarán que esta nueva medida representa un ataque a la libertad de expresión, algo que vienen temiendo los medios de comunicación, con los que el nuevo presidente no mantiene muy buenas relaciones.
Según destacan medios de prensa, en 2013 la EPA otorgó 9.600 millones de dólares en subvenciones, y cerca de 1.400 millones en contratos.
El año pasado, el presupuesto total fue de 8.600 millones, con dinero para donaciones y contratos otorgados a organizaciones a todos los niveles, desde grupos sin fines de lucro locales a gobiernos estatales. El futuro de esos presupuestos, peligran.
La otra noticia del día, que para muchos ha tenido también un impacto antiecológico, es que el nuevo presidente ha dado luz verde a la construcción de dos polémicos oleoductos, que ya provocó protestas de diversas comunidades indígenas en años atrás.
Archivado en: