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Durante la investidura de Donald Trump como presidente de EEUU las cámaras giraron sus focos sobre Barron Trump, el hijo pequeño del magnate que se convirtió en un protagonista inesperado.
El menor fue objeto de seguimiento mediático tanto en los medios como en las redes sociales debido a las caras de aburrimiento que mostraba en el acto de la inauguración presidencial.
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En este sentido el guionista del programa "Saturday Night Live" de la cadena NBC fue quien más lejos fue al asegurar que Barron apuntaba a ser el "primer tirador escolar en casa".
Estos comentarios, junto a los que se sucedieron durante toda la campaña electoral, llevaron a la Casa Blanca a pedir este martes que se mantenga al hijo del empresario neoyorquino completamente al margen de la escena política.
Apoyo desde el entorno de Clinton
Desde el entorno familiar del matrimonio Clinton también pidieron respeto por Barron Trump. En concreto fue Chelsea Clinton la encargada de salir en defensa del pequeño en Twitter. "Se merece la oportunidad que cada uno se merece: ser niño", aseguró.
Por otra parte, Monica Lewisnky, mujer que tuvo una aventura con el expresidente Clinton, recordó que "todos los niños deben ser protegido del acoso escolar y las burlas. Incluso Barron Trump. Seamos mejores que esto".
En los ochos años de mandato de Obama, Malia y Sasha han permanecido completamente alejadas de los focos periodísticos y políticos.
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