En próximos días partirá hacia Culiacán, México, la tropa campeona de Carlos Martí, cual mambises en carga al machete, en pos de hacer una aceptable actuación en la Serie del Caribe, cuarta ocasión a la que asistimos, después del regreso de Cuba, en Isla Margarita 2014.
De hecho, ya los 28 jugadores electos han tomado por asalto la grama del Latinoamericano en busca de un corto team work que les permita sacar dividendos a eso de ser los primeros clasificados para la lid regional.
Como sabemos, los Venados de Mazatlán, precisamente del país azteca, son los últimos monarcas del evento celebrado en Santo Domingo, y de nuevo los campeones de Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana y México jugarán ahora con nuestros alazanes, buscando el título.
Granma, que evidenció un balance entre los tres factores de juego, y sus refuerzos funcionaron, no olvidó a los que lo condujeron a la fase élite de la pelota cubana y así, además de los regulares autóctonos, mantuvo en su roster al siempre peligroso Lázaro Cedeño, a su torpedero Yulián Milián, a Osvaldo Abreu, otro que no podían olvidar, así como a pitchers que tan bien estuvieron en la primera etapa del Campeonato, como el “regresado” zurdo Leandro Martínez, el también experimentado Yanier González y el joven César García.
Siempre he estado de acuerdo que un equipo a la competencia que sea se hace para ganar, pero en este caso, amén de esa cualidad, hay que respetar una base de los campeones, y eso se ha hecho. Claro, ahora existen los refuerzos y los “contra” refuerzos, algo que fortalece al elenco desde antes de discutir el título, lo que sin dudas, es muy beneficioso.
Primero, eleva el techo competitivo; segundo, no quedan afuera una buena parte de los mejores talentos con los que contamos en la actualidad en el país; tercero, el espectáculo resulta más interesante.
La inclusión de serpentineros de la talla de Vladimir García, Freddy Asiel Álvarez, Liván Moinelo, Vladimir Baños y José Ángel García le dan profundidad a un staff que tiene de líderes a Lázaro Blanco, Yoelkis Cruz, Noelvis Entenza y Miguel Lahera.
Los jardines lucen bien con el veloz Roel Santos, la revelación Yoelkis Céspedes, el establecido Denis Laza que busca un puesto definitivo en el equipo mayor, y Víctor Víctor, para mí, entre los grandes prospectos de la pelota cubana, con cuanta herramienta se requiere para brillar ¿El designado, quién otro? El Caballo de los Caballos, Alfredo Despaigne, a quien muy bien le ha venido jugar en Japón.
El infield no queda detrás, con un necesario William Saavedra, un Guillermito Avilés que debe acabar de demostrar su valía, un Carlitos Benítez que siempre quiero en mi equipo y tres que se las traen en eso de fildear y darla a la hora buena: Alexander Ayala, Yordan Manduley y Yunior Paumier.
Muy bueno eso de llevar solamente dos receptores, uno ofensivo como Osvaldo Vázquez y otro defensivo y para mí, lo mejor de Cuba en estos momentos con los arreos puestos, Frank Camilo Morejón.
Al frente el veterano Carlos Martí, que demuestra día a día la calidad de su juventud acumulada, acompañado por el cuerpo de dirección que lo llevó al primer cetro nacional que conquistan los alazanes.
Que la Mayor de las Antillas podía estar representada con peloteros de mayor valía, es cierto; pero también lo es que con éstos se puede luchar.
Segura estoy de que los aficionados cubanos, estén donde estén, apoyarán cual granmenses a este conjunto que cuando salga al terreno en Culiacán será el CUBA que tanto amamos.
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