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Los cubanos que han optado por hacer solvente su economía con la creación de negocios por cuenta propia podrán viajar y trabajar en Estados Unidos con la visa H-1B, que otorga la Ley Internacional de Emprendedores, aprobada en 2013 por el gobierno de Barack Obama.
La medida, impulsada para alentar el fomento de empresas emergentes en Estados Unidos, entrará en marcha en el mes de julio bajo la sombrilla de la Ley Internacional de Emprendedores y englobará a profesionales extranjeros altamente calificados que quieran desarrollarse en el país del norte.
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Para acogerse a la próxima legislación los empresarios deben demostrar que sus compañas no llevan más de cinco años de creada y tienen un potencial para crecer rápidamente y crear empleos a partir de subvenciones gubernamentales cuya cifra mínima estará fijada en 100.000 dólares o financiación de al menos 250.000 dólares.
Además requieren un estatus legal que les permita realizar operaciones en el país. Como requisito adicional los candidatos deben ser dueños de al menos 10% de las acciones de la compañía en el momento de la solicitud.
La televisora CNN apuntó que ese estatus migratoria tiene una vigencia de dos años y medio prorrogable por dos años y medio más y puede revocarse si se comprueba que la compañía no está beneficiando al público.
La ley puede ser eliminada por el gobierno de Donald Trump, lo que da pie a la posibilidad de que esta nueva medida— que estimula sobre todo al sector empresarial latinoamericano— muera antes de nacer.
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