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El estudio de las neurociencias siempre ha tenido un papel muy importantente en el campo de las investigaciones, para ello internacionalmente se requiere de grandes inversiones. Proyectos en este campo existen en Asia, Japón, Corea, China, Estados Unidos, Cuba y en muchos otros lugares.
Dos son los motivos que han incrementado y acelerado estas investigaciones en los últimos años: uno es responder el quiénes somos, qué pensamos, por qué tenemos ciertas emociones; y el otro es que las enfermedades del cerebro están tomando un auge en la generación de sufrimiento y muerte, hecho que además se acelera con el envejecimiento de la población humana. El estudio del cerebro es imprescindible para entender al ser humano.
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El desarrollo tecnológico alcanzado permite analizar, estudiar y visualizar el comportamiento de las células nerviosas, las neuronas, y también permite estudiar cuál es la repercusión que tiene cuando se estimulan.
El estudio de las neurociencias es una necesidad global pues la salud mental no es un problema de países ricos o pobres, ni de tendencias políticas, aún cuando hayan situaciones políticas que aumentan los problemas cerebrales como consecuencia del estrés, la tristeza o la depresión.
En Cuba las neurociencias se trabajan con el criterio de que existe una unidad indisoluble de la ciencia básica y su aplicación, esta es su particularidad: que no existe diferenciación marcada entre el área de investigaciones básicas y el de investigaciones clínicas.
Si llegaramos a entender mejor el funcionamiento del cerebro humano se pueden entender las anomalías que puedan presentarse. El cerebro se formó para interactuar con el entorno, lo que sucede en el cerebro es que un grupo de neuronas se reúnen y traen información en la memoria y la llevan a un grupo nuevo de neuronas y estas a otro y por estas asociaciones de neuronas podemos hablar. En el cerebro se puede guardar la información del pasado, pensamos en el futuro, fenómeno que se conoce como navegación mental. Cuando el cerebro muere, se pierde su conexión con el entorno.
El cerebro posee su propia computación, determina si responder de manera correcta o diferente, sin medir las consecuencias. A este proceso de le conoce como cognición y se produce por medio de un sistema de organización celular.
Durante las horas de descanso cerebral, o sea durante el sueño, el cerebro lo que hace es repetir y repetir, y determina el destino de las informaciones almacenadas si sirven para la supervivencia o para lo que decida. El cerebro mira a las informaciones de nuestras vidas para decidir qué vamos a hacer en el futuro.
El proyecto cubano de mapeo cerebral humano, estudia cómo es el desarrollo del cerebro normal y lo caracteriza. Para ello se estudia la actividad eléctrica, la estructura y funcionamiento del cerebro mediante la resonancia magnética y fundamentalmente el estudio matemático de los ritmos cerebrales, y así se desarrollan mecanismos que permitan hacer algún tipo de aplicación o diagnóstico.
Ese proyecto de Mapeo cerebral ampliado ha generado una Red Latinoamericana de Mapeo Cerebral Humano (LABMAN) que tiene como objetivo enlazar a Cuba con los proyectos internacionales más interesantes, con el enfoque común de buscar la prevención de la enfermedad.
Los resultados de estas investigaciones conjuntamente con las de China y Canadá se depositan en servidores a los que uno puede acceder sin costo, en lo que se conoce como la neuronube. Y la idea es que se pueda acceder a esos datos para integrar la información en todo el mundo.
El deber de los neuro-científicos es que todas sus investigaciones sean de utilidad para todos los países del mundo.
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