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Los cuentapropistas en Cuba quieren más acceso a recursos y menos obstáculos burocráticos para expandir y reinvertir en sus negocios, así lo demuestra un estudio realizado recientemente en la isla caribeña y que recoge el diario Miami Herald.
Bajo el título Voces del cambio en el sector no estatal cubano, el economista Carmelo Mesa Lago entrevistó a cuatro segmentos de cuentapropistas que despliegan sus negocios en La Habana y provincias colindantes.
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La pesquisa abarcó la gestión no estatal a partir de los agricultores que laboran en parcelas arrendadas por el gobierno; los corredores de ventas de casas, así como compradores y vendedores de casas particulares; y los trabajadores de cooperativas de producción y servicios no agrícolas.
Fueron entrevistados dueños de cafeterías y peluqueros, vendedores de productos religiosos, un chofer para los coches de alquiler para bodas, terapeutas de masaje, fotógrafos y los propietarios de casas que alquilan a turistas; reportó el diario.
Para el economista cubano, una de las grandes sorpresas de las entrevistas, dijo, "fue descubrir el nivel muy alto de reinversión en el que participan los autónomos. La mayoría, incluso los que alquilan apartamentos y casas, reinvierten".
"Una de las principales barreras que mencionan, y hubo una impresionante unanimidad en esto, es el nivel de interferencia estatal ", dijo Mesa Lago.
La mayoría de los encuestados en Voces también expresó su frustración con los obstáculos para hacer avanzar sus negocios o su trabajo, desde los altos precios de las materias primas y suministros, los bajos salarios y la burocracia, hasta un acceso deficiente a Internet.
El gobierno cubano ha colocado obstáculos, opinó Mesa Lago, porque ve el desarrollo de los cuentapropistas con "renuencia", por lo que el sector privado se está "estancando", consideró.
"La forma de pensar tiene que cambiar - no sólo la nuestra, sino de las personas que nos gobiernan", dijo un cooperativista entrevistado. "Tienen que darnos más libertad para crecer, para continuar cooperando".
Mesa Lago advirtió que el estudio tiene limitaciones y no pretende ser científico. La muestra, dijo, es pequeña y no es totalmente representativa de un sector privado compuesto por trabajadores por cuenta propia y otros trabajadores. Por lo tanto, cualquier cuantificación o análisis estadístico no debe tomarse como conclusivo, sino como un punto de partida para recopilar más información sobre el tema.
El gobierno cubano ha elaborado encuestas para los trabajadores por cuenta propia, pero sus resultados no han sido publicados, dijo Mesa Lago, por lo que el libro "llena vacíos de información sobre temas que no conocíamos, como las características de raza y género".
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