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Catalogado como uno de los mejores prospectos que permanecen en Cuba, Víctor Víctor Mesa confiesa estar disfrutando a tope su primera experiencia con el equipo nacional de béisbol.
“Aunque no esté jugando de regular lo disfruto al máximo. Es una experiencia muy bonita y ojalá sea el primero de muchos equipos más”.
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Hijo de una de las principales estrellas de la pelota insular –el controvertido ex jardinero y mentor Víctor Mesa-, el veinteañero piensa que en el juego semifinalista de esta noche contra México “tenemos posibilidades porque hemos venido jugando bien durante el torneo, pero sabemos que tenemos un rival complicado enfrente; son locales y salen como favoritos. No será fácil ganarles dos partidos seguidos, pero vamos a darlo todo por estar en la final”.
A la pregunta de si le habría gustado otro adversario para el cruce, contestó con prudencia y sinceridad que “está demostrado que no se debe escoger rivales porque cualquiera te gana un partido, pero es obvio que al que más cómodo vencimos fue a Puerto Rico”.
Titular indiscutible en la novena matancera de los últimos tiempos, Mesa no ha estado en el line up abridor de ninguno de los cuatro choques dirimidos, en los cuales su rol se ha limitado a reforzar la defensa del jardín izquierdo en las postrimerías de los encuentros.
“Para nadie es un secreto que a ningún jugador le gusta permanecer en el banco –asegura-, pero mis compañeros lo están haciendo bien y yo les doy ánimos a la espera de mi oportunidad para hacerlo lo mejor posible”.
“¿Te sientes incómodo a las órdenes de un director que no sea tu papá?”, le escribí vía Facebook, y respondió que había estado en escuadras juveniles y sub 23 con otros directores. “Aunque siempre se siente extraño al principio trabajar con un manager nuevo, terminas adaptándote”.
Por último, reveló el principal consejo que su padre le ha dado por estos días de Serie del Caribe: “Él siempre me dice que cuando llegue al terreno dé el máximo de mí en todas las jugadas”.
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