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Abandonaron un hotel de Santo Domingo el domingo 7 de febrero de 2016 y no regresaron a Cuba. Hoy, justamente un año después, ambos están contratados por equipos de las Grandes Ligas. Yulieski Gurriel y su hermano Lourdes Jr. aprovecharon una noche de Super Bowl para protagonizar una de las escapadas más famosas del béisbol cubano.
En aquel momento, la noticia corrió como pólvora y muchos no podían creerlo. Para las autoridades nacionales, Yulieski era el más confiable de la delegación, aunque no pocos comentarios sobre su futuro corrían en las calles de la Isla.
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La visita a La Habana de Joe Torre y de estrellas como Clayton Kershaw, Nelson Cruz, Miguel Cabrera y cuatro peloteros cubanos tuvo una enorme carga simbólica, pues marcó marcó el primer encuentro oficial de la mayor organización beisbolera del mundo con el país caribeño, desde que los Orioles de Baltimore jugaron en el Latinoamericano en 1999.
El viaje suscitó constantes opiniones en cuanto a un acercamiento real. Y el nombre que más sonaba para romper el hielo era el del exantesalista de Sancti Spíritus e Industriales.
“Se va para los Yankees de New York” o “Todo está cuadrado, será el primer pelotero cubano contratado en la MLB aún con bloqueo y bajo el auspicio del Inder”, eran frases que no pocos repetían. Pero nada de eso sucedió y la fuga de los muchachos se convirtió en trending topic.
Hoy, los dos peloteros se preparan para los entrenamientos de primavera camino a la venidera campaña de las Ligas Mayores. Yulieski, de 32 años de edad, vestirá los uniformes de los Astros de Houston. Lourdes, de 23, intentará debutar con los Blue Jays de Toronto.
Los contratos de los Gurriel sumaron 69.5 millones de dólares. El mayor firmó por cinco años y 47.5, mientras que el menor llegó a un acuerdo por 22 en siete temporadas. Hoy viven en Miami, en una lujosa residencia y todavía son noticia. Hoy se cumple un año desde que decidieron cambiar el rumbo de sus vidas, el de su familia y, por qué no, el del béisbol cubano, que ya no anda sobrado de talento.
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