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El mentor cubano Carlos Martí fue ovacionado este lunes en la conferencia de prensa por más de 50 periodistas de varios países, un hecho inédito en tales circunstancias, según reportó Cubadebate.
Su equipo, que llegó a ser calificado como la revelación del torneo, consiguió 3 victorias en 4 partidos durante la clasificatoria de la 59 Serie del Caribe de Béisbol, con 2 lechadas incluidas. Granma dominó a conjuntos más fuertes, compuestos enteramente por jugadores profesionales, es decir, peloteros que juegan bajo presiones de contratos y que son la cima de una pirámide constantemente acosada por una cantera gigante de posibles sustitutos.
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El béisbol en Cuba es exactamente lo contrario. Los buenos jugadores no duran, pues se van para otras ligas, y a veces pasan años para encontrar un buen suplente para el que se ha ido.
Además, los cubanos no se mostraron presionados en su juego, como de costumbre, ni psicológicamente derrotados ante la resistencia rival, como ha pasado en los últimos años en todos los torneos internacionales, lo que los obligaba a cometer errores de principiantes, a correr mal las bases, a querer sustituir la estrategia por el batazo salvador. Esta vez realizaron un juego exacto, seguro y estable.
En la conferencia de prensa, Carlos Martí resumió lo que le diría a sus jugadores tras la derrota: “Que estoy agradecido por lo que hicieron. Que jugaron con el honor que esperaba de ellos, pues pelearon hasta el último out. No se pudo ahora, pero se podrá en el futuro si seguimos así, trabajando duro para enfrentar un béisbol cada vez más exigente y del que estamos alejados por muchas razones. Que le estoy enteramente agradecido por su demostración y entrega”.
El estratega no tuvo que justificar su derrota, pues cuando se juega bien también se puede perder, una verdad obvia que a fuerza de perder jugando mal se nos ha olvidado a los cubanos: “Para ganar hay que hacer carreras y no tuvimos una noche ofensiva. Hay que reconocer las virtudes del contrario cuando se pierde como perdimos nosotros. Estuvo muy bien el pitcheo de ellos y la única oportunidad que tuvimos fue en el primer inning y no se produjo. Hay que felicitarlos a ellos”, comentó.
“Estoy satisfecho por la parte que corresponde al espectáculo”, continuó el también director del próximo equipo Cuba, “y del nivel exhibido por el equipo. Jugamos dos noches seguidas con gradas llenas, más de 20 000 espectadores y el equipo se comportó estable, salieron al terreno a divertirse y a enseñar la calidad que aún tenemos en el béisbol cubano. Pero en lo que no estoy conforme ni jamás lo estaré es en el resultado final, pues el objetivo era discutir el título y no pudimos. Agradezco, a pesar de esta derrota, las muestras de cariño que nos ha regalado la afición, muy buena y educada”.
Hace dos años, Pinar del Río quedó campeón con un equipo prácticamente sin pinareños. Esta vez, por primera ocasión una selección provincial vino con la base de sus jugadores y tuvo la mejor actuación de un conjunto cubano en una clasificatoria desde que la isla regresó a la Serie del Caribe.
Carlos Martí se probará ahora a un nivel más alto, al frente del Cuba en el IV Clásico Mundial de Béisbol, que comenzará el 6 de marzo. Con 40 años de experiencia como director, no dirige a la selección nacional desde hace casi dos décadas.
Con una inyección de poder que le entra con Yosvany Alarcón, Yurisbel Gracial, Jefferson Delgado y Frederich Cepeda, el equipo Cuba tendría una profundidad ofensiva que pudiera llevarle a hacer un buen papel en el Clásico, si juega como lo hizo Granma en la Serie del Caribe.
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