Miami (EFEUSA).- La amenaza del presidente de EEUU, Donald Trump, de emprender recortes federales contra los gobiernos que apoyen a "ciudades santuario" y protejan a los indocumentados ha surtido efecto en la Florida.
Ambas cámaras del legislativo, de mayoría republicana, presentaron esta semana sendas iniciativas que prohíben a las ciudades, condados y al estado restringir "información sobre el estatus migratorio de una persona" y multan a aquellas que incumplan.
El activista migratorio de Florida, Elbert García, aseguró hoy a Efe que "Trump está dando fuerza a los sentimientos anti-inmigrantes a nivel estatal" y que se prevé una "fuerte lucha" de los grupos de derechos civiles cuando comiencen las sesiones, el próximo 7 de marzo.
Ciudades como Chicago, Nueva York y Los Ángeles han retado estas medidas de Trump, mientras que en Florida, el condado Miami-Dade acogió dichas órdenes, lo que ha sido respondido con protestas.
El alcalde del condado, Carlos Giménez, instó a sus funcionarios a reanudar las retenciones prolongadas de indocumentados solicitadas por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), pese a que son "inconstitucionales" cuando carecen de una orden de un juez.
Grupos civiles, incluyendo la Coalición de Inmigrantes de Florida, insisten en que Miami-Dade no ve amenazas inminentes a sus fondos federales si mantiene la política actual de no mezclar el trabajo de la policía local con el trabajo de las autoridades federales de inmigración.
En contraste, esta semana la Junta de Comisionados del condado de Broward, al norte de Miami, emitió una resolución que da la bienvenida a inmigrantes y refugiados sin importar raza, religión, etnia o país de origen.
Las medidas contra las políticas santuario en Florida son impulsadas por el senador Aaron Bean y el representante Larry Metz y se suman a otras que endurecen las penas a indocumentados y encarecen las matrículas para estudiantes universitarios indocumentados.
Grupos a favor de le inmigración lamentaron las iniciativas y aunque recordaron que medidas similares han fracasado en el pasado, esta vez cuentan con el impulso de tener un presidente con una agenda de mano dura contra los inmigrantes.
Además de la construcción del muro en la frontera con México, Trump decretó crear más centros de detención para indocumentados, ampliar el número de agentes de control fronterizo y prohibió la entrada de visitantes de siete países, de mayoría musulmana, medida que fue bloqueada temporalmente en las cortes.
En Florida, el representante Dane Eagle presentó otro proyecto encaminado a "reclasificar" y endurecer la sentencias en caso de que el delito sea cometido por indocumentados.
García señaló que proyectos como estos buscan "criminalizar a la comunidad de inmigrantes que solo está tratando de conseguir una vida mejor".
Por otro lado, los jóvenes indocumentados de Florida pueden perder el beneficio de pagar matrículas universitarias como residentes otorgado por una ley de 2014, que ahora podrá ser revocada si se aprueba un proyecto presentado por el republicano Greg Steube.
El republicano busca revocar una ley que permite a los "soñadores" pagar sus estudios universitarios al mismo costo que lo hacen los residentes legales del estado, que suele ser hasta una tercera parte menos.
Esta ley fue aprobada en 2014 y considerada histórica tras una lucha de más de diez años de grupos a favor de la inmigración en un estado de gran población de inmigrantes.
Estas medidas serán consideradas a partir del próximo 7 de marzo cuando se inician las sesiones en la Legislatura de Florida.
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