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Dos testigos claves comparecieron ante el jurado federal que juzga al agente Bartolo Hernández y al entrenador Julio Estrada, acusados ambos de liderar una red de tráfico de peloteros cubanos, con el fin de insertarlos en Grandes Ligas.
Jorge Padrón y Reinier Roibal, jugadores de béisbol, declararon ante el jurado haber pagado "decenas de miles de dólares" por "la operación" y contaron, además, cómo salieron de la isla vía Cancún para, una vez allí, aguardar por un estatus legal que les permitiera continuar con sus carreras deportivas.
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Roibal llegó a firmar con los Gigantes de San Francisco por 425 mil dólares en 2010 y Padrón, por su parte, alcanzó un acuerdo de 350 mil dólares con los Medias Rojas de Boston. Luego abonaron 170 mil y 140 mil dólares a los traficantes, respectivamente.
Según la fiscalía, estas operaciones de tráfico involucraron al Cartel de los Zetas mexicano y llegaron a cobrarse incluso la vida de Nacho García, uno de los ejes conectores de la red.
Los abogados de la defensa alegan que Hernández y Estrada "solo se dedicaban al contacto con los peloteros", sin vínculo alguno con el contrabando o con la falsificación de documentos oficiales.
Se espera que en las próximas espera testifiquen algunas de las estrellas cubanas en las Mayores, como José Abreu, Yoennis Céspedes, Adeiny Hechavarría y el villaclareño Leonys Martín.
Si la culpabilidad queda finalmente demostrada, Estrada y Hernández enfrentarán largas penas de prisión.
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