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El presidente de los Estados Unidos, protagonista ausente de muchos de los discursos de las grandes estrellas de la noche, opinó también sobre el fallo que provocó que se anunciase erróneamente el ganador de la estatuilla de Mejor Película.
En una entrevista ayer por la tarde con Breitbart, Trump declaró: “Creo que se enfocaron tanto en la política que no tuvieron un buen evento al final".
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"Fue un poco triste. Le restó importancia al glamur de los Oscar. No se sintió como una noche glamorosa. He ido a los Oscar. Hubo algo muy especial que faltó, y que terminara así fue muy triste", añadió el mandatario.
Quizás estas palabras del presidente estadounidense son su respuesta a las críticas que vertieron sobre él los asistentes a la ceremonia.
En este sentido, el conductor de la ceremonia, Jimmy Kimmel, mencionó la particular cruzada que ha emprendido el magnate contra algunos medios de comunicación a los que califica de fake news.
"Si hay alguien aquí de CNN, de Los Angeles Times o de The New York Times... si trabajas con algo que tenga la palabra 'Times' en su nombre, incluso el Medieval Times, me gustaría pedirles que salgan del recinto ahora mismo, ¿está bien? No toleramos las noticias falsas", bromeó el presentador, haciendo alusión a la decisión de la Casa Blanca de no permitir la entrada de estos medios en una reciente conferencia de prensa.
El conductor, sorprendido al comprobar que Trump no tuiteba sobre los Oscar, le envió un tuit preguntándole si estaba despierto e incluso le envió saludos de Meryl Streep.
Sin embargo, las críticas más contundentes hacia Donald Trump no vinieron de parte del presentador sino de los actores,quienes centraron sus críticas en la política inmigratoria de la Administración Trump.
Así, el mexicano Gael García señaló: "Como mexicano, como latinoamericano, como trabajador inmigrante, como ser humano, estoy en contra de cualquier muro que quiera separarnos”.
Por su parte, el director iraní premiado con el Oscar a la Mejor Película Extranjera por "El Viajante" decidió no acudir a la gala como protesta al veto inmigratorio impuesto por Trump a siete países de mayoría musulmana, entre ellos Irán.
Asghar Farhadi, envió un discurso para que se leyera durante la ceremonia que decía: "Mi ausencia se debe al respeto que le debo a la gente de mi país y a la de las otras seis naciones que fueron irrespetadas por la ley de inmigración inhumana".
Además, muchos de los asistentes a la gala lucieron en sus vestidos una pequeña cinta azul en apoyo a la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, la organización que desafío el veto inmigratorio de Trump en los tribunales.
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