Hace ya algunos años conocí a un muchacho rubito, muy bonito, con grandes y soñadores ojos azules, preciosas pestañas. Un chico muy decente, de familia, de esos jugadores disciplinados, serios, que piensan y después hacen. Un niño nacido en el municipio capitalino Cerro el 25 de enero de 1986.
Con el tiempo, este joven se ha convertido, por mucho, en el mejor receptor de la pelota cubana y ahora de cara al cuarto Clásico Mundial de Béisbol, debe ser la garantía del mánager Carlos Martí recibiendo los envíos de un staff que confía plenamente en él.
¿Quién otro que Frank Camilo Morejón para guiar el juego de sus compañeros en la difícil cita que se nos avecina? Así, en medio de su agitado andar entre aviones, ómnibus, hoteles desde La Habana hasta Corea del Sur y de ahí hacia Japón, Frank Camilo accede gustoso a contestar unas breves preguntas para esta veterana periodista que tanto lo quiere y respeta.
"Mi primer entrenador fue Armando Mayorkín y Jorge García (no es el conocido por El Fino), es otro que tiene ese nombre. Los conocí en el terreno de la escuela Alfredo Sosa, el popular estadio de la Coca Cola del Cerro. Allí nos regalaron guantes, bates y pelotas y con eso jugábamos todos. ¿Y sabes cómo fui receptor? Pues porque era el más jovencito, el más malo, no sabía fildear; entonces, me ponían de receptor parado atrás porque no sabía coger. Así cuando empecé en la Coca Cola jugué en los jardines, en el campo corto, fui lanzador e hice el grado para integrar la preselección de Ciudad de La Habana como pitcher y short stop. Pero un día faltó el receptor y me pusieron a mí en las prácticas e increíblemente fue como catcher que hice el equipo."
Como ha sucedido en otras ocasiones, como por ejemplo con los para mí más grandes receptores cubanos de todos los tiempos, Juan Castro y Ariel Pestano, nuestro Frank Camilo es un máscara más defensivo que ofensivo, lo que resulta un handicap si tenemos en cuenta que sus compañeros de posición, Osvaldo Vázquez e Iosvany Alarcón, batean más.
"En mi opinión si un catcher puede hacer las dos cosa; ser ofensivo y defensivo, fuera excelente pero para mí esa posición clave en el juego de pelota, debe ser eminentemente defensiva. Es el receptor quien apoya en todo momento al pitcher, su pensamiento, lo guía; es el puente con la estrategia que traza el mentor. Ofrece tranquilidad en esos momentos en los que hace falta serenarse; es el único que está frente a sus compañeros, los ubica, incluso pide un lanzamiento determinado para confundir al bateador."
Y créanme que yo coincido al ciento por ciento con las opiniones de Frank Camilo, quien como la mayoría de nuestros peloteros es fruto de la política del alto rendimiento del deporte cubano. Estudió en la EIDE, la ESPA y es graduado de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte "Comandante Manuel Fajardo" desde el año 2011.
Una pregunta que algunos prefieren no contestar le hice al máscara cubano: "Con el tema del equipo unificado que me preguntas, mi repuesta es muy sencilla. Soy del criterio de que el cubano de corazón, el que ame nuestra tierra, no importa en la esfera que esté, y pueda hacer algo bueno por Cuba, por nuestro deporte en este caso, siempre que respete nuestros principios, cuenta con mi apoyo y estaría de acuerdo en jugar con él en un mismo equipo CUBA".
Algo que no podía dejar pasar por alto es el tema Industriales, el que por muchas Series Nacionales ha sido considerado el equipo insignia de la pelota cubana.
"Industriales para mí es todo. Aunque debuté con los Metros, en la temporada 2004-2005, el segundo elenco de la capital, mi graduación como pelotero, mi madurez, mis resultados de deben a los azules. Soy lo que soy por ese equipo, y por mi familia que me inculcó mis valores morales”.
No obstante, por la actual estructura vigente en nuestro béisbol, y al no clasificar para la fase élite el equipo Industriales, Morejón fue tomado como refuerzo por la escuadra granmense, que precisamente obtuviera el título en la recién concluida campaña nacional.
"Jugar con Granma para mí al principio me chocó porque no me gustan los refuerzos. Para nada los veo lógicos. Estaba lejos de la casa, pero es mi trabajo. Me debo al béisbol cubano. Al llegar a Bayamo, la capital de Granma, estaba tranquilo porque yo jugué con Carlos Martí en el Cuba juvenil que obtuvo el título en el 2004. Somos amigos y todo fue fácil. Incluso, cuando estábamos en bandos distintos yo le decía jugando que le comentara a sus muchachos que yo había decidido ese Mundial y mira tú, ahora con Granma, lo ayudé a ganar el cetro nacional que nunca antes habían conquistado. Yo formo parte de esa historia."
Sobre los directores que más le han impresionado, Frank Camilo responde: "Mi padre fue mi primer gran mánager; en las categorías pequeñas, Luis Suárez y ya en la Serie Nacional y la selección nacional, hay dos figuras incomparables: Rey Vicente Anglada y Alfonso Urquiola, hombres a todo, además de excelentes mentores. En cuanto a los pitchers a los que les recibí puedo decirte que con el mejor que me he sentido es con Yadel Martí y el que más difícil se me hizo fue, el ya lamentablemente fallecido, Yadiel Pedroso. Mi ídolo es alguien que siempre admiré por su forma de jugar, sus cualidades como defensor Ariel Pestano.
"Mi equipo TODOS ESTRELLAS: receptor, Ariel Pestano; antesalista: Omar Linares; short stop Germán Mesa; segunda, Antonia Pacheco; primera, Orestes Kindelán; jardineros, Víctor Mesa, Luis Giraldo Casanova y Lourdes Gourriel; lanzador: Norge Luis Vera."
El muchacho rubito de grandes ojos azules se ha convertido en el primer receptor del seleccionado nacional, quien por cierto asiste a segundo Clásico Mundial.
"He pasado como todos, malos y buenos momentos. Entre los malos, los últimos años vividos con los Industriales y cuando me dejaron fuera de la selección al Pre Mundial de Puerto Rico en el año 2010; entre los segundos, poder representar a mi país y mi vida con mi familia."
Frank Camilo Morejón está felizmente unido a una grande del judo cubano, Yalennis Castillo, quien obtuvo una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Beijing, combate en el que le fue arrebatado el oro ante su rival china.
"A Yalennis la conocí compitiendo en China y después en la Universidad empezamos una relación hermosa que tiene un fruto de tres añitos, Kamila, y estamos esperando otra, que llamará Kaila. Llevamos una relación de seis años. La familia es todo en la vida: es la semilla, la forja, es donde se alimenta el alma, es tu orgullo, tu pasión”.
Frank Camilo Morejón y sus compañeros darán lo mejor de sí en pos de vencer a China y a Australia y clasificar para la segunda ronda.
"El ánimo del equipo está arriba, ya nos hemos acostumbrado a la diferencia horaria, todo va a ir mejorando. Daremos lo mejor de nosotros; espera y verás".
Y es que así es Frank Camilo Morejón, un muchacho que no se amedrenta, que sabe guiar a sus compañeros, que sabe crecerse. Es, sin dudas, el mejor receptor de la pelota cubana en la actualidad, tras el retiro del inconmensurable Ariel Pestano.
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